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Ignazio Visco en la Lectura del Molino: cambiando Europa para gobernar el futuro

LECTURA DEL MOLINO DEL GOBERNADOR VISCO - "Se podría ganar mucho con la puesta en común por parte de los estados de la Unión Europea de grandes secciones de nuestros presupuestos públicos, desde inversiones en infraestructura hasta investigación y defensa" para luchar por la unión política - Más inversiones y reformas para reactivar la demanda

Ignazio Visco en la Lectura del Molino: cambiando Europa para gobernar el futuro

Una Europa más cohesionada es una Europa más fuerte frente a cualquier ataque especulativo y frente a la crisis. Por eso hay "decisiones políticas importantes, de las que se habla constantemente" que pueden dar al euro la solidez adecuada. Elecciones de las que se podría entender que el continente avanza no sólo “a nivel monetario y bancario”, sino también a nivel político.

“Se podría ganar mucho con la puesta en común por parte de los Estados miembros de la Unión Europea de grandes secciones de nuestros presupuestos públicos, desde inversiones en infraestructura hasta investigación, defensa, en el proceso que desde la Unión Económica, a través de la Unión Bancaria y la del presupuesto tiende, o debería tender, a la unión política”. Estas son las conclusiones del Gobernador del Banco de Italia Ignazio Visco, con motivo de la XXX Lectura del Molino, en Bolonia, donde la editorial celebra hoy el 60 aniversario de su fundación.

La señal de un cambio político en estos sectores, argumenta el número uno de Via Nazionale, podría enviar un mensaje definitivo y "ayudar a eliminar la percepción del riesgo de que todo podría colapsar". Aquellos que todavía miran con miedo el diferencial o que intentan especular en esta área en realidad están mirando por el espejo retrovisor, porque la fase crítica ha quedado atrás, pero Europa aún debe ir más allá.

Es principalmente la política la que se cuestiona, de modo que juega un papel decisivo en el "cambio de gobierno" en una fase de cambios de época a nivel mundial, provocada principalmente por la revolución digital. Esta innovación es, para Visco, comparable al descubrimiento de la electricidad y todavía no vemos todos los efectos. Preparar este futuro gestionando la transición es tarea de nuestras sociedades. El título de la lectura de Visco, "Por qué los tiempos están cambiando...", está tomado de un verso de una canción de Bob Dylan de hace 50 años y en este oxímoron temporal está la tarea que tenemos por delante: leer el pasado, intuir el futuro, gobernar el presente, para implementar políticas adecuadas y coherentes, especialmente en el ámbito del empleo, en un contexto en el que la riqueza tiende cada vez más a concentrarse en unas pocas manos.

“En esta lectura abordaré el tema del cambio -explica Visco-, en particular el rápido y continuo, hoy asociado a los desarrollos tecnológicos y las múltiples interrelaciones entre los legados de la crisis y los nuevos retos tecnológicos”, sin olvidar el impacto que estos tienen sobre los lugares de trabajo y las habilidades. En efecto, uno de los mayores riesgos de la sociedad contemporánea radica en las desigualdades que “entre países han disminuido”, mientras que “dentro de cada país se han ampliado”. Un segundo riesgo es inherente al menor crecimiento de la productividad en países avanzados como el nuestro. Hoy vivimos una gran recesión, tal vez un estancamiento "secular", si escuchamos a quienes creen que "las grandes innovaciones que generan incrementos significativos en la productividad" ya han sido "en su mayoría inventadas". Sin embargo, hay que señalar que la revolución digital ofrece una gran oportunidad, porque “todavía está lejos de haber desplegado sus efectos sobre la productividad”.

Y existen otros campos de investigación como “la robótica, la genómica y la propia inteligencia artificial, que pueden tener extraordinarias aplicaciones sobre la productividad y el bienestar”. Si acaso, el problema radica en que las tecnologías digitales tienden a reemplazar rápidamente el trabajo, hasta el punto de que en los EE. UU., en los próximos veinte años, un trabajo de cada 2 desaparecerá. Lo mismo nos pasará a nosotros, que ya estamos luchando en el frente del empleo debido a la globalización y la competencia de los mercados emergentes. Esto no significa que iremos de mal en peor, porque los nuevos trabajos reemplazarán a los antiguos. Tampoco se trata de hipotetizar escenarios catastróficos y un futuro habitado por robots, con dueños del capital empeñados en acaparar las ganancias y casi todos los ingresos producidos. Se trata más bien de tomar conciencia del cambio, de gestionar la transición, conscientes de que el conocimiento y la excelencia también jugarán un papel cada vez más importante en el futuro de cada uno de nosotros.

“Temas como la concentración de cuotas de mercado, la igualdad de oportunidades, la progresividad de los sistemas fiscales, la empleabilidad de las personas, los derechos de propiedad –subraya Visco– serán inevitablemente objeto de debate y decisión política en los próximos años, en un contexto difícil porque ya no se limita a una sola nación". Nuestra vida contemporánea encaja en este espacio entre el pasado y el futuro. , “Debemos partir de la constatación de que existe una grave falta de demanda y por tanto de empleo y renta, así como de crecimiento”, por lo que “es imprescindible un fuerte estímulo a la inversión pública y privada, nacional y europea”.

Y “aumentar la tasa de crecimiento de la productividad requiere inversiones específicas en nuevas tecnologías, pero también en infraestructuras inmateriales. Si no se invierte por el alto coste del capital -dice Visco- por las dudas sobre la demanda esperada, por la incertidumbre sobre el estado y la continuidad de las 'reformas estructurales', es responsabilidad de la política y de las políticas económicas trabajar para eliminar estos impedimentos”. En Italia, ante una sociedad y una economía paralizadas desde mucho antes de la crisis financiera, el potencial de mejora que se puede obtener eliminando restricciones y rigideces, acelerando la adopción de nuevas tecnologías, cerrando la brecha de la frontera productiva es muy amplia en muchos sectores, elevando el estado general de la infraestructura, incluso de las más tradicionales”. Una mayor automatización supone también un mayor ahorro y por tanto ventajas para todos, teniendo en cuenta que el crecimiento viene de los sectores innovadores.

"Muchas veces he recordado la importancia de un diseño orgánico para definir las reformas estructurales que se necesitan en Italia", un diseño que mejore las condiciones para hacer negocios, eliminando trabas burocráticas y que intervenga en la justicia, las escuelas y las infraestructuras, en un contexto donde se respetan las reglas. “Gran parte de nuestro progreso depende también de estar en Europa”, concluye el Gobernador, aunque sean “momentos difíciles en el camino hacia una Unión plena. Sólo me gustaría recordar que Nino Andreatta, en un ensayo escrito hace casi cincuenta años, veía en la brecha tecnológica ya entonces existente con Estados Unidos un 'estímulo político' fundamental para Europa”.

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