No se perfila para ser fácil para Angela Merkel, la votacion de hoy Bundestag en tercer paquete de ayuda para Grecia. El parlamento alemán tendrá que expresarse sobre el rescate griego de 86 mil millones de euros y el debate será sin duda muy acalorado y largo. "Sé que hay muchas dudas sobre si Grecia puede volver a ponerse de pie -comenzó la canciller hablando ante el Bundestag-, pero sería una irresponsabilidad no intentar este camino y no darle una nueva oportunidad a Grecia".
La canciller apoya esta posición, admitiendo que "el resultado del referéndum (en Grecia) fue un montón de ruinas". Y continúa: “El acuerdo alcanzado es duro especialmente para Grecia”, pero 86 millones es una suma considerable “incluso para todos los miembros de la UE. Es –explica Merkel– un gesto de solidaridad europea nunca antes conocido”. Y luego exhorta: “Europa debe tener la capacidad de llegar a un compromiso. Intentemos". Por último, el nudo de la deuda: “Un corte de pelo sería contrario a los Tratados de la UE”. Derrocarlas "sería el fin de la comunidad de derecho en Europa, y con nosotros no se hace", concluye la canciller.
Lo que preocupará a 'Frau' Merkel sobre todo serán los disidentes de la coalición de su partido, la CSU-CDU, que hasta el final esperó el Grexit apoyando la línea extrema propuesto el pasado fin de semana por el ministro de Finanzas, Wolfgang Schaeuble. Para la facción anti-Tsipras el problema no es el euro sino la insostenibilidad de la situación griega y por ello los disidentes piensan que la cuestión griega sólo ha quedado aplazada y que los problemas pronto volverán a surgir. Ministro Schaeuble él a su vez quiso señalar: “Todos estamos de acuerdo en que se debe salvar a Grecia -añadió el ministro de Finanzas, Wolfgang Shaeuble-, pero tenemos que ver qué camino puede funcionar”. «Aquí no está en juego Grecia, pero sí Europa. El rescate es el último recurso. Necesitamos un camino que sea realista. Estoy convencido de que esta solución puede funcionar».
Por el contrario, Angela Merkel está segura de que el plan de ayuda de 86 millones finalmente puede salvar a Grecia a cambio de un paquete de reformas radicales a la sombra del Olimpo. El sí del Bundestag debería llegar a pesar de que hay al menos cincuenta diputados del Csu-Cdu que votarán en contra. También habrá deserciones entre los socialdemócratas y el ex ministro Steinbrueck ya ha dicho que votará en contra del paquete para salvar Atenas.
