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Jóvenes, mujeres y trabajo: la receta de Confindustria

Los tres pilares para avanzar hacia la solución del problema son el crecimiento, la formación y el aprendizaje - Pierangelo Albini, director del área de relaciones industriales de Confindustria, subrayó en la Comisión de Trabajo de la Cámara que "también sería necesario modernizar los servicios en nuestras ciudades” para hacer la vida menos rígida.

Jóvenes, mujeres y trabajo: la receta de Confindustria

Crecimiento, formación, aprendizaje, remodulación de los horarios de las ciudades: para Confindustria este es el camino para favorecer la integración de jóvenes y mujeres en el mundo del trabajo. El primer punto, por supuesto, es el crecimiento, porque – explicó Pierangelo Albini, director del área de relaciones industriales de Confindustria en la Comisión de Trabajo de la Cámara – “sin una recuperación sostenida, no se creará una cantidad adecuada de puestos de trabajo”.

Luego está la formación: para las empresas, la inadecuación de los candidatos al empleo se atribuye principalmente -el 40,9% de los casos- a la falta de preparación. En 2020 se espera que los puestos de trabajo requieran un 38% de empleados con alta calificación (no necesariamente académica, sino técnica superior-formación "que no se desarrolla en Italia", remarcó Albini), 51% con nivel medio de un técnico- tipo profesional y solo el 11% de personas con bajo nivel educativo".

Y nuevamente, "uno de los principales problemas que asfixian al mercado laboral italiano: el ineficiente proceso de transición escuela-trabajo". Y aquí Confindustria da con la clave del aprendizaje: “Es importante dar plena aplicación cuanto antes a la reciente reforma con la que el Gobierno pretende superar los problemas normativos que han provocado su escasa utilización”.

Albini no tiene dudas: “El aprendizaje puede convertirse en la principal puerta de entrada de los jóvenes al mercado laboral”. Pero -agrega- “debe incentivarse la aplicación del instituto, garantizando la deducibilidad del costo laboral del aprendiz de la base imponible del IRAP, una vez confirmado en vigencia”. En cuanto al trabajo de las mujeres, es "otro tema crítico que debe abordarse con urgencia".

Y un camino viable es la modificación de los tiempos de vida: “Cambiar los tiempos y horarios de las ciudades significa fomentar una mayor participación en el trabajo de las mujeres y más. Los tiempos de nuestras ciudades son excesivamente rígidos -observó Albini- en particular en lo que se refiere a los servicios públicos, pero también en lo que se refiere al comercio y en general a los servicios que ofrece prevati.

En este sentido, es deseable una intervención decidida de las instituciones públicas para que se amplíen los horarios de atención de las escuelas infantiles, jardines de infancia, hospitales y en general todos aquellos servicios públicos necesarios para las personas y familias. Nuestras ciudades - insistió Albini - deberían tener más en cuenta las necesidades de las personas, también con referencia al sistema de transporte que debe organizarse de forma moderna e intermodal”.

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