Uno de los problemas más apremiantes que enfrenta Japón es el de la población en declive (y el envejecimiento simultáneo). Una solución obvia es fomentar la inmigración: una solución que, sin embargo, está bloqueada por las tradiciones y la cultura. Sin embargo, el gobierno de Abe pretende suavizar los frenos a la inmigración, pero en cualquier caso pasará mucho tiempo antes de que Japón alcance el porcentaje de residentes extranjeros que es normal en Europa.
Mientras tanto, las empresas japonesas se enfrentan a problemas de escasez de mano de obra en tipos de trabajos que suelen ocupar inmigrantes. Así -la necesidad es la madre del ingenio- empresas como Sagawa Express han decidido recurrir a un 'pool' de mano de obra en desuso: las mujeres, cuya participación en la fuerza laboral (48% de la población en edad de trabajar) es muchos puntos inferior que el promedio de los países avanzados.
Durante los próximos dos años, Sagawa Express tiene la intención de contratar a 10 amas de casa para la entrega (que trabajan a tiempo parcial) de paquetes y paquetes. Las amas de casa deberán caminar o andar en bicicleta por su vecindario para hacer las entregas, con flexibilidad en los días y horarios laborales. El pago estará relacionado con el número de entregas y no con el tiempo empleado.
La creciente popularidad de las compras en línea está aumentando la demanda de puestos de trabajo de las empresas que ofrecen servicios de entrega a domicilio.