Hasta ahora, Alemania se había mantenido inmune al euroescepticismo militante que se convierte en partido. Las críticas a la moneda única acechaban en todas las formaciones políticas, sin caracterizar, sin embargo, a una en particular. Ahora parece que las cosas están a punto de cambiar. Un puñado de economistas, jubilados democratacristianos y políticos liberales, periodistas y ex ejecutivos de empresas anunciaron a finales de la semana pasada su intención de crear una lista electoral (Alternative für Deutschland) para presentarse en las elecciones federales del próximo septiembre o, a más tardar, , en las elecciones europeas de junio de 2014.
El movimiento ya había dado sus primeros pasos a principios de octubre con el nombre de Wahlalternative 2013, publicando un duro manifiesto antieuro y pro-split en la eurozona, firmado hasta el momento por unos 10.000 ciudadanos. Pero, ¿quiénes son los temerarios que se atreven a cuestionar la eficacia de la política de rescate orquestada por la señora Merkel y su gobierno? Los nombres no son realmente tan nuevos. Son esos opositores al euro a los que hemos visto desfilar ante el Tribunal Constitucional de Karlsruhe en los últimos meses, cuando se interpusieron los recursos contra los mecanismos de estabilización temporal y permanente: desde el constitucionalista Albrecht Schachtschneider hasta el economista Joachim Starbatty, ambos ya arquitectos del recurso constitucional contra el Tratado de Maastricht en la década de 90 y luego cofundadores de un minúsculo partido populista de derecha (Bund freier Bürger – Offensive für Deutschland, La Liga de Ciudadanos Libres – Ofensiva por Alemania), nacido en 1994 y hundido en 2000.
Si en 1994 el fundador era un liberal, Manfred Brunner, al que se sumó en 1998 otro exponente del FDP, Heiner Kappel, esta vez predomina la participación de ex políticos de las filas de la CDU. Encabezando la lista por ahora parece un triunvirato, formado por el macroeconomista de Hamburgo, Bernd Lucke, el exdirector del Frankfurter Allgemeine Zeitung, Konrad Adam y el exsubsecretario del primer ministro demócrata cristiano de Hesse, Alexander Gauland. También cuenta con su apoyo Hans-Olaf Henkel, expresidente de la Confindustria alemana (BDI), conocido por su reciente bestseller contra el euro, presentado en 2011 en una popular gira que visitó las principales ciudades de Alemania. En las elecciones de finales de enero en Baja Sajonia, la boleta electoral con la lista Freie Wähler, otro pequeño partido euroescéptico, tuvo su primer fracaso, alcanzando apenas el 1,2% de los votos.
Ahora Lucke ha prometido que no habrá más acuerdos en el futuro, ya que los votantes libres fuera de Bavaria no pueden hacer campaña. En definitiva, las premisas no me parecen muy buenas. Economistas, periodistas y políticos hervidos y pendencieros al frente de un partido. Esta es la imagen que emerge cuando miras de cerca el movimiento. Si en la convención inaugural, que tendrá lugar en Berlín los días 13 y 14 de abril, el movimiento decidiera no obstante presentarse a las elecciones federales, en realidad podría roer algún consenso de la coalición cristiano-liberal, impidiendo su reconfirmación. al frente del país. Sin embargo, es más probable que todo se derrumbe dentro de unos meses.
