Las últimas directivas de Bruselas no tranquilizan a las empresas italianas. La petición de la autoridad bancaria europea (EBA) a los bancos italianos, de una recapitalización de 14,7 millones de euros, obligará a los prestamistas a reducir los préstamos a las empresas. Y esto, declaró el director general de Confindustria Giampaolo Galli, no puede dejar de "preocupar a las empresas italianas". Galli dice estar preocupado porque el costo demasiado alto del capital dificulta que las entidades de crédito se financien en el mercado y, por lo tanto, será necesario "reducir los activos, por lo tanto, sustancialmente los préstamos a las empresas".
Dado que el riesgo que corren los bancos italianos proviene de la posesión de bonos soberanos y no de bonos chatarra, una recapitalización no solucionaría el problema de la deuda. “Los riesgos para los bancos vienen por el hecho de que entre los activos tienen bonos del gobierno, no subprime”, agregó el director general de Confindustria. “La solución correcta es tener un fondo europeo listo pero no obligarlos a recapitalizarse, de lo contrario reducen los préstamos y también los bonos del gobierno y el problema de la deuda permanece.".
Finalmente Galli concluyó argumentando que entre todos los argumentos propuestos, que “más convincente sigue siendo lo que dicen los banqueros".