El nuevo "Avanti West Coast" entró en funcionamiento el lunes línea ferroviaria británica que conecta Londres con las dos principales ciudades escocesas, Glasgow y Edimburgo, pasando por Manchester y Liverpool. ¿Por qué el apodo italiano? Simple: el 30% de la sociedad está en manos de Trenitalia, que se adjudicó el contrato junto con la empresa escocesa Primer grupo.
“Es un trato con mil millones y 200 millones de libras de ingresos al año – explica Gianfranco Battisti, CEO de Ferrovie dello Stato Italiane – y es el trampolín para llevar nuestra experiencia en trenes de alta velocidad a los británicos”.
Sin embargo, no será un camino fácil, dado que en Reino Unido, la alta velocidad "recién entrará en funcionamiento en 2026 en el London-Birmingham – continúa Battisti – o según algunos incluso en 2031”.
En cualquier caso, en estos momentos los ferrocarriles británicos -privatizados por Margaret Thatcher en los años 80- se encuentran entre los peores de Europa, por lo que FS pretende "ofrecer inmediatamente trenes más cómodos, puntuales, con tarifas simplificadas y mejor cocina, exportando un modelo italiano". que ya ha demostrado su éxito en este sector también en Francia, Alemania y Grecia”, subraya el director general.
La concesión al consorcio ítalo-escocés durará 12 años y es renovable.