Alemania bajo cero, Francia plana. El revés sufrido por las dos primeras economías de la Eurozona, que esta mañana publicaron cifras decepcionantes sobre el comportamiento del PIB en el segundo trimestre, es un revés difícil de asumir.
Especialmente sorprendente los datos alemanes: entre abril y junio la locomotora de Europa registró un crecimiento interanual del 1,2%, pero también una contracción del 0,2% respecto a los tres meses anteriores, un resultado peor que el -0,1% esperado de media por los analistas. Así lo estima la Oficina Federal de Estadística, que explica la caída con la contribución negativa del comercio exterior y con la caída de las inversiones.
El resultado obtenido a corto plazo es similar al el calculado por Istat para Italia, pero –a diferencia de Alemania– nuestro país volvió a la recesión a nivel técnico, ya que el crecimiento negativo también había afectado al primer trimestre (-0,1%). Berlín, en cambio, entre enero y marzo logró en cambio un crecimiento del 0,7%, cifra revisada a la baja frente al +0,8% comunicado inicialmente.
En cuanto a la Francia, el escenario que surge es el de estancamiento, ya que París logró una variación cero respecto al producto interno bruto en los primeros tres meses del año (cuando a su vez el crecimiento fue plano respecto al período octubre-diciembre de 2013). También en este caso el resultado es ligeramente inferior a las estimaciones de los analistas, que habían previsto un crecimiento fraccional del 0,1%. El instituto nacional de estadística Inseee señala que casi todos los motores de crecimiento del país están parados.
En una entrevista publicada hoy en "Le Monde", el ministro de Hacienda francés, Michel Sapin, estima que el PIB nacional cerrará 2014 con un crecimiento del 0,5%, exactamente la mitad del objetivo inicial, fijado en el 1%. En cualquier caso, el drástico recorte de las previsiones podría resultar todavía demasiado optimista, teniendo en cuenta que hasta la fecha el crecimiento adquirido del PIB francés es del 0,3%. Sapin también afirma que es poco probable que Francia crezca más del 1% en 2015, mientras que anteriormente la estimación hablaba de +1,7%.
El ministro precisó entonces que el débil crecimiento, junto con la baja inflación, llevarán el déficit público de este año por encima del 4%, muy por encima del 3,8% inicialmente previsto. Sapin lanzó entonces un llamamiento a Europa para adaptar las reglas presupuestarias y reforzar la acción del BCE, tomando así un camino que realmente puede llevar a la economía de vuelta a una fase expansiva.
Tras la publicación de los datos sobre el PIB, al inicio de la negociación, la Bolsa de Valores de Frankfurt baja un 0,17%, mientras que la de París baja un 0,25%.
