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Fincantieri-Stx en la cumbre de septiembre: los militares el arma del compromiso

El destino de los astilleros franceses de Saint Nazaire estará en el centro de la cumbre del 27 de septiembre entre el presidente Macron y el primer ministro Gentiloni: la cooperación de Fincantieri no solo en actividades civiles sino también militares puede allanar el camino para un acuerdo.

Fincantieri-Stx en la cumbre de septiembre: los militares el arma del compromiso

Tras la pausa de mediados de agosto, vuelve a estar sobre la mesa el dossier candente Fincantieri-Stx France, es decir, el que supondría la adquisición por parte del grupo italiano de los astilleros franceses de Saint-Nazaire, insistiendo París sin embargo en mantener el control de una actividad considerada estratégica y que a finales de julio ejerció su derecho de suscripción preferente (tiene un 33,3% de las acciones) bloqueando -aunque temporalmente- la negociación. En cualquier caso, la reunión decisiva no será el cuadrilátero de hoy entre Gentiloni, Macron, Merkel y Rajoy, sino el bilateral previsto dentro de un mes, el 27 de septiembre, cuando al final del tenso período que le espera al presidente francés, lidiando con la legislación laboral y con dos huelgas generales ya proclamadas, Macron y el primer ministro italiano se reunirán en Lyon.

Sandro Gozi, subsecretario de la presidencia del Consejo responsable de asuntos europeos, lo dijo en una entrevista de prensa: “El tema de la adquisición de los astilleros Stx France se tratará bilateralmente en la cumbre de Lyon, en vista de que el problema debe ser resuelto. Si queremos construir grandes grupos para protegernos de la competencia global y si queremos superar los desafíos globales, necesitamos campeones industriales europeos”. Sin embargo, el Estado francés insiste en mantener una posición fuerte en una empresa considerada histórica, que aún hoy emplea a 2.600 personas: uno de los puntos clave del nuevo acuerdo debe ser la cooperación militar, propuesta por el ministro de Economía Le Maire hace unas semanas.

“El nuestro es un gesto de apertura -declaró Le Maire hace un mes-, hasta ahora solo hemos hablado de órdenes civiles, esencialmente de construir cruceros. Digamos a nuestros amigos italianos: veamos también lo que podemos hacer en el sector militar, más precisamente con los barcos, y construyamos una gran muestra de la industria naval europea. Si no hay acuerdo, nos mantendremos en la situación actual y buscaremos otros compradores.. No esperamos que esto suceda". La hipótesis no parece desagradar a Fincantieri, dada la cooperación ya existente con Francia también en el frente militar, a través de un programa para el diseño y construcción de nuevos destructores y la asociación para la construcción de los FREMM, los barcos de la multinacional europea. fragata de la misión.

De fondo podría haber entonces un plan aún más amplio que conduciría, en un horizonte no muy lejano, a la posible agrupación entre Fincantieri, Stx France y Naval Group, la compañía de defensa francesa controlada por el Estado y desplegada desde París desde el primer Ahora. Una integración a tres bandas, por tanto, que conduciría al nacimiento de un líder europeo con 9 mil millones en ingresos. Pero sabremos más en unas pocas semanas.

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