A falta de buenas noticias, la eurozona tiene que conformarse con un escape por los pelos: la inflación se mantuvo estable en el 2,7% en junio. Según los datos facilitados por Eurostat, el mayor incremento sigue siendo el de la energía (+10,9% interanual), que se ve afectada por las pasadas subidas del precio del petróleo. Estrechamente relacionado con este rubro está el de transporte, que el mes pasado registró un +5,3%. Los precios del menaje también aumentaron con fuerza (+4,8%), mientras que los alimentos registraron un +2,7% generalizado, en línea con la media. El único rubro en descenso es el de telecomunicaciones (-1,2%).
El BCE reiteró hoy que los crecientes riesgos inflacionarios justifican la subida de tipos de interés de la semana pasada. El coste del dinero subió un 0,25%, hasta el 1,50%. “Es fundamental que la evolución reciente de los precios -se lee en el último informe del instituto- no produzca presiones inflacionarias generalizadas en el mediano plazo”. El BCE pronostica que el índice de inflación promedio en la zona del euro también se mantendrá por encima del 2% en los próximos meses.