“Europa enfrentará problemas en el suministro de gas y precios más altos el próximo invierno si las tensiones con Rusia resultan en la interrupción de los flujos de gas a través de Ucrania. Italia, Austria y el sur de Alemania estarían particularmente en riesgo dado que sus mercados están muy expuestos al gas ruso a través de Ucrania". Estas son las palabras del CEO de Eni, Paolo Scaroni, publicadas en una entrevista con Financial Times.
“Con una demanda de gas débil y altos niveles de existencias –también dijo Scaroni–, el mercado podría absorber fácilmente una interrupción del suministro de gas ruso a través de Ucrania en el futuro inmediato. Pero una interrupción el próximo año significaría precios de gas más altos y haría que Europa dependiera más de los suministros de gas ruso de otras rutas, como Nord Stream en el Báltico. Europa también sería vulnerable a posibles problemas de suministro de Argelia y Libia”.
“A corto plazo –concluyó el máximo responsable del grupo energético italiano–, Europa no podría prescindir del gas ruso. A más largo plazo, Europa podría limitar su dependencia de Rusia mediante el desarrollo de gas de esquisto doméstico y mediante un aumento en el uso de otras fuentes de energía, incluidas la nuclear y el carbón. También podría comprar más GNL de los EE. UU. cuando las instalaciones de exportación entren en funcionamiento, aunque esta podría ser una solución costosa".
