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Elecciones, los impuestos que nos esperan. Monti y Bersani: sin activos pero revisan la IMU

La campaña electoral se desarrolla en la línea de los impuestos - Por un lado, Berlusconi que promete suprimir el Imu a cambio de subidas en el alcohol y el tabaco - Por otro, Bersani y Monti, que reciben indicaciones similares: no a un nuevo propiedad, sino redistribución del Imu, aumentando la tributación sobre los mayores activos inmobiliarios.

Elecciones, los impuestos que nos esperan. Monti y Bersani: sin activos pero revisan la IMU

“Solo tres certezas: aumento del IMU, del patrimonio y del IVA”, tronó vía Twitter el secretario del PDL, Angelino Alfano (cada vez más protagonista de los acontecimientos políticos italianos), al comentar la agenda de Monti. El secretario del Partido Demócrata, Pierluigi Bersani, en cambio, se mostró ciertamente más cauteloso: “No he visto nada sorprendente en la agenda del primer ministro. Hay cosas que se pueden compartir, otras un poco menos”.

El juego político, como suele ocurrir, se juega una vez más en el frente fiscal, sin duda uno de los temas más queridos por los italianos. Pero más allá del juego de roles, y de los golpes que vienen por los costados, ¿cuáles son las posiciones de los principales partidos y cuales son las posibilidades reales de que el gobierno que salga de las elecciones imponga un nuevo impuesto predial?

La posición del Pdl en este sentido es, al menos de palabra, muy clara: Berlusconi ha prometido en todas las localizaciones de su gira mundial televisada que abolirá el Imu. La última receta, para poder prescindir del impuesto, es la de "aumentar ligeramente el alcohol, el tabaco, las apuestas y los juegos". 

en programa Monti, hablando de impuestos, leemos: "Es necesario un compromiso legislativo, en cuanto las condiciones generales permitan reducir la carga fiscal global, primando la reducción de la carga que pesa sobre el trabajo y las empresas, transfiriéndola también a las grandes haciendas y consumo".

Un nuevo patrimonio no estaría en el horizonte, pero sólo una redistribución de la IMU, sin tocar los ingresos totales. La idea de Monti es aligerar la tributación de las rentas más bajas, y de los inmuebles cedidos en préstamo para uso de los padres a sus hijos, considerados por el fisco como 'segunda residencia'. En el otro lado de la balanza, intervendría para compensar estas reducciones el aumento del IMU en los activos inmobiliarios de mayor alcancey, que se combinaría con una revisión completa del catastro, que arrojaría rentas más cercanas a los valores reales de mercado.

Por lo tanto, parece muy probable un aumento para las grandes propiedades. Pero lo que se reforzará sobre todo será la fiscalidad al consumo, ya destinada a pasar del 21% al 22% respecto al tipo ordinario, y la lucha contra la evasión del IVA, estimada en unos 40 millones de euros anuales.

Una cuestión de equidad, leemos a menudo en la Agenda Monti. Cuestión de equidad que también parece ser propugnada por Bersani, cuya política fiscal, en este sentido, no debería diferir mucho de la del primer ministro. Ya en el pasado, de hecho, el secretario del Partido Demócrata había anunciado una receta muy similar, afirmando que quería "aligerar el IMU de las primeras viviendas, combinándolo con un impuesto personal sobre los grandes patrimonios inmobiliarios", probablemente a partir de "un millón de euros". .

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