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Elecciones municipales: crece el abstencionismo pero más en el Norte que en el Sur

Según el Instituto Cattaneo de Bolonia, todos los partidos (MS% incluido) están perdiendo votos y la abstención va en aumento pero -sorprendentemente- más en el Norte que en el Sur- la ciudad donde menos votaciones el domingo es Trieste, la una donde más es Benevento – Entre las grandes ciudades, el no voto afecta sobre todo a Milán, Bolonia y Turín.

Elecciones municipales: crece el abstencionismo pero más en el Norte que en el Sur

La primera vuelta de las elecciones administrativas muestra el declive de casi todas las fuerzas políticas y el crecimiento de un protagonista cada vez más importante, el abstencionismo, especialmente en el Norte. El Instituto Cattaneo de Bolonia propone un análisis de los datos y compara los resultados de 2016 con los de las elecciones municipales de 2011 y las elecciones políticas de 2013. El resultado es que, al final, todos pierden un poco. 

El centroizquierda pierde 9 puntos con respecto a 2011 y recupera 1 con respecto a 2013. El centroderecha en su conjunto pierde 7 puntos con respecto a 2011 y recupera 4 con respecto a 2013. El Movimento 5 Stelle gana casi 19 puntos con respecto a 2011, pero el avance no es tan sensacional como parece, teniendo en cuenta que “no estuvo presente en algunos municipios de la muestra”; de hecho, pierde 3,6 puntos porcentuales respecto a 2013. Moraleja: hay que pensar para todos. La pista importante, para un examen más profundo, proviene del abstencionismo, de un sentimiento antipolítico que ni siquiera fuerzas como la Lega y el Movimiento 5 Estrellas son capaces de interceptar por completo.

La cifra es pesada y afecta sobre todo a las capitales del Norte: la ciudad menos participativa es Trieste (53,4 %, un 3,3 menos que en 2011), mientras que en el polo opuesto está Benevento (78,5 %, -4,6 en 2011).

“La sesión del 5 de junio –escribe Cattaneo– llega tras una larga fase de nombramientos electorales, entre 2013 y 2015, en la que se produjo un fuerte descenso de votantes, que cayó al 75 % para las elecciones políticas, por debajo del 60 % para las elecciones europeas y autonómicas, pasando a través de la sensacional cifra de 2014 en Emilia-Romagna y Calabria cuando cerca de 4 de cada 10 votantes fueron a votar".

Los signos de desafección también estaban esta vez: "desde los menos políticos (la posible desmovilización acentuada por el "fin de semana largo" del 2 de junio) hasta el bajo perfil de la campaña electoral incluso en municipios importantes donde la ausencia de políticos nacionales (a excepción de algunos, por ejemplo Salvini)”. 

Sin embargo, también había razones para pensar que las cosas fueron de otra manera: “La nueva variable, en comparación con la votación de 2011, estuvo representada por la presencia, en varios desafíos locales, de opciones políticas antisistema o disruptivas (Movimiento 5 Estrellas y , en cierto modo, también la Liga Norte) capaz de influir significativamente no solo en el resultado final sino también en la participación electoral”. No ha sido así o al menos no del todo y sobre todo el Norte ha dado la espalda a las urnas. Entre las grandes ciudades, la mayor caída de votantes se registró en Milán (-12,9), Bolonia (-11,7) y Turín (-9,3).

Emilia-Romaña, tradicionalmente tierra de compromiso político de izquierda, es una de las más "ausentes". En esta comparativa, llama la atención la caída de la participación en las capitales de Emilia-Romaña: además de Bolonia, el descenso de votantes estuvo muy por encima de la media del resto de ciudades, también en Rávena y Rímini (unos -10 pp). Por tanto, se confirman en esta región los signos de una fuerte desafección sensacionalmente expresada en 2014 y hasta ahora subestimada por la política oficial”. 

Para Cattaneo hay varias reflexiones por hacer: el no voto sigue creciendo; el umbral desciende cada vez más, cayendo por debajo del 60%; la participación frena la caída en las ciudades medianas y pequeñas del sur de Italia, mientras entra en una grave crisis en las grandes ciudades y en el norte; en muchos centros, a los partidos tradicionales se ha sumado la presencia competitiva de candidatos de fuerzas como el Movimiento 5 Estrellas o candidatos, como los de la Liga Norte, capaces de romper el equilibrio de coalición expresado tradicionalmente hasta ahora, pero la positiva resultado obtenido no es suficiente para frenar el progreso de la abstención.

“Queda toda la ambigüedad que expresan estas fuerzas – concluye Cattaneo – estamos en presencia de formaciones que son portadoras de nuevos temas y que pretenden renovar la política tradicional, pero que al mismo tiempo alimentan un mensaje antipolítico de
contestación radical que los votantes acaban absorbiendo y digiriendo incluso como un no-voto".

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