El centro-derecha gana con creces en las papeletas para la elección del alcalde en muchos municipios de Italia. El eje compuesto por Forza Italia y la Lega, de Silvio Berlusconi y Matteo Salvini, conquista por primera vez el antiguo bastión rojo de Génova, pero también se afirma claramente en Verona, L'Aquila, La Spezia, Catanzaro y se llena en Lombardía. El centro-derecha también conquistó Sesto San Giovanni, el antiguo Stalingrado de Italia.
El ex M5S Pizzarotti triunfa en cambio en Parma donde es confirmado como alcalde.
La decepción del Partido Demócrata y de Matteo Renzi fue amarga, ganando por un pelo solo en Tarento, así como en Padua y Lecce. El Cinco Estrellas, que optó por la abstención pero que en muchos Municipios ha inclinado la balanza favoreciendo al centroderecha, está fuera de juego en casi todas partes: sólo gana Carrara y Fabriano.
Las elecciones municipales no son como las elecciones políticas pero la votación de ayer abre una nueva página en la política nacional y quizás también tenga un impacto en la próxima ley electoral así como en la duración de la legislatura.
Ciertamente, después del fracaso de ayer en muchos Municipios (pero es Génova el que más duele), Matteo Renzi vuelve a ser acusado y la batalla se reabre en el Partido Demócrata. “En total alcaldes vamos adelante, pero pudo haber sido mejor”, comentó con amargura el secretario del Partido Demócrata, según el cual las elecciones políticas son otra historia y el camino a seguir no es el de las coaliciones. Luego el pinchazo final: "La victoria del centro-derecha es culpa de corrientes y diatribas en el Partido Demócrata". Hay algo de verdad en sus palabras, pero es el secretario del Partido Demócrata.
