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Draghi: la crisis ya quedó atrás

El número uno del BCE: "La recuperación es sólida. Cinco millones de personas han encontrado trabajo desde 2013 y el desempleo, aunque sigue siendo alto, está en un nuevo mínimo en ocho años" - "Necesitamos reformas estructurales y una nueva comprensión de los objetivos de la 'Unión Europea'.

La crisis “se acabó. La recuperación de la zona del euro es resistente y cada vez más amplia entre países y sectores”. Así lo aseguró el presidente del BCE, Mario Draghi, al recibir un doctorado honoris causa de la Universidad de Tel Aviv. La demanda interna “apoyada en la política monetaria del BCE –prosiguió– es el principal motor de la recuperación. Cinco millones de personas han encontrado trabajo desde 2013 y el desempleo, aunque sigue siendo alto, se encuentra en un nuevo mínimo de ocho años. A nivel mundial, “el sector financiero ahora es más resistente. Las perspectivas económicas mundiales están mejorando y los riesgos de una recesión están disminuyendo”.

Según Draghi, entonces, “lo que necesitamos en Europa, para que el crecimiento económico y un mayor bienestar perduren en el tiempo, son reformas estructurales y una nueva comprensión de los objetivos de la Unión Europea. Necesitamos dar nuevos pasos adelante” en la construcción de Europa.

La arquitectura institucional de la Unión Económica y Monetaria “sigue incompleta desde varios puntos de vista –añadió el número uno de la Eurotorre–. La crisis ha hecho visibles las debilidades estructurales en nuestra construcción y nos ha obligado a afrontarlas. El trabajo de mantenimiento comenzó con la creación de la Unión Bancaria”.

Pero el trabajo “está lejos de estar terminado y los retos que tenemos que afrontar van más allá de la UEM. Se refieren a la seguridad, las migraciones, la defensa y, en general, todos aquellos problemas que sólo se pueden abordar poniendo en común la soberanía. Y todos estos desafíos se han vuelto más difíciles que en el pasado”.

Hoy, Draghi volvió a decir en su discurso, “sentimos una nueva ola de energía que surge al pedir una acción conjunta de Europa. La Unión Europea y el euro siempre han contado con el apoyo de la mayoría de los ciudadanos europeos pero, a menudo, solo se escuchan las voces de los opositores. Hoy, la mayoría silenciosa ha recuperado su voz, su orgullo y su autoestima. Solo trabajando juntas las naciones de Europa podrán superar estos desafíos” y existe “una oportunidad real para progresar”.

El estallido de la crisis financiera mundial en 2008, recordó Draghi, y la consiguiente crisis de la deuda soberana en Europa "llevó a una profunda recesión en todo el mundo, a un fuerte aumento del desempleo, dejando en claro la incompletitud de algunas partes del 'sistema institucional'. arquitectura de la UE", todo lo cual representa "terreno fértil para dar voz a una retórica populista y nacionalista".

Pero ese período de crisis “también sirvió para mejorar la comprensión de las fuerzas económicas y políticas y para traducir este nuevo conocimiento en acción. La crisis, por tanto, ha llevado a una suerte de destrucción creativa con la revisión crítica de paradigmas reconocidos, con la identificación de prácticas incorrectas que han sido sustituidas por otras más sólidas y con nuevas investigaciones que han abordado aspectos antes desatendidos de nuestra sociedad.

Este “esfuerzo renovado ha profundizado simultáneamente nuestra comprensión de la economía y ha dado forma a nuestra respuesta política”, concluyó Draghi.

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