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Los aranceles anti-UE de EE. UU. Golpean los quesos y el jamón italianos

La Organización Mundial del Comercio ha autorizado a Estados Unidos a imponer aranceles a los productos europeos por 7,5 millones - Las exportaciones Made in Italy, especialmente alimentos, corren el riesgo de perder XNUMX millones al año

Los aranceles anti-UE de EE. UU. Golpean los quesos y el jamón italianos

de 18 octubre entrará en vigor 25% de impuestos sobre pecorino romano, parmigiano reggiano, provolone y jamón. En cambio, se ahorraría aceite de oliva y prosecco. Tras la guerra comercial contra China, Donald Trump apunta directamente a Europa, y para las exportaciones italianas –como para las del resto de países de la UE– hay problemas. El Hecho en Italia corre el riesgo de ver desaparecer el negocio de unos mil millones de euros al año, con el sector agroalimentario en lo más alto del ranking de los más afectados.

Todo comenzó el miércoles, cuando La Organización Mundial del Comercio ha autorizado a Estados Unidos a imponer aranceles a productos europeos por valor de 7,5 millones de dólares al año. La decisión se deriva de las acusaciones mutuas entre EE. UU. y la UE sobre la producción de aviones: Bruselas acusa a Washington de haber dado ayuda a Boeing, mientras que los estadounidenses acusan a Europa de haber hecho lo mismo con Airbus.

Aunque Italia no forma parte del consorcio Airbus -al contrario, muchas empresas de nuestro país trabajan para Boeing-, la cadena agroalimentaria Made in Italy es la que más corre el riesgo de perder (junto con la de Francia, que también sería afectados en artículos de lujo). Por ejemplo: el jamón puede ir desde los 20-34 hasta los 70-90 euros el kilo. Según los últimos rumores, el vino podría salvarse.

No solo eso: a EE.UU. también le gustaría imponer el llamado "sistema de carrusel”, que consiste en no establecer de una vez por todas los productos afectados por los altísimos aranceles, sino cambiarlos periódicamente, para hacer aún más daño a las economías europeas. La UE afirma que esta práctica es ilegal.

Mientras tanto, Bruselas invita a EE.UU. a dialogar, pero al mismo tiempo deja claro que el ataque comercial no quedaría impune. Además, una guerra comercial de proporciones similares también corre el riesgo de afectar a miles de estadounidenses que trabajan para empresas europeas, así como a empresas estadounidenses que operan en Europa.

En cuanto a la OMC, tardó 15 años en pronunciarse sobre el caso Airbus -que acabó con una multa récord para la UE-, pero aún no ha hecho lo propio sobre la supuesta ayuda estadounidense a Boeing. El fallo se espera para principios de 2020. En ese momento, incluso Bruselas podría tomar el rifle de servicio. El riesgo, sin embargo, es que Estados Unidos abra las hostilidades mucho antes.

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