Si bien se puede argumentar que el contexto económico en la Eurozona y Europa occidental en general es menos preocupante que hace un año, las perspectivas de recuperación y crecimiento sostenido todavía están muy lejos para muchos países. De hecho, algunos de estos, como Grecia, Italia y España siguen sufriendo las graves consecuencias políticas derivadas de importantes problemas financieros y ineficiencias de decisión. Con el efecto de limitar las oportunidades para las actividades productivas. Como resultado, muchas empresas han tratado de desarrollar nuevas salidas comerciales en Europa del Este, Asia y Oriente Medio, como los países miembros del Consejo de Cooperación del Golfo. Esta situación claramente ha tenido un impacto significativo, asfixiando el flujo de caja con la consecuencia de retrasar los pagos, ralentizar el comercio y por lo tanto producir insolvencias. Estas tensiones particulares en los mercados nacionales se manifiestan de diversas formas, en primer lugar la liquidez reducida debido a la falta de disponibilidad de fondos, factor analizado por atradius en las actualizaciones de primavera de este año.
En general, existe un potencial considerablemente mayor (62,3 %) de pagos atrasados de los mercados nacionales que de clientes extranjeros (45,9 %). Y aunque, en general, el uso del crédito comercial ha disminuido ligeramente desde 2012, establecer y desarrollar relaciones comerciales a largo plazo ha sido la respuesta dominante de las empresas, citado por el 42,1% de los socios comerciales nacionales y el 37,3% de los extranjeros. La duración promedio del crédito total ofrecido disminuyó en 4 días para comercio interno y en 2 días para comercio exterior. Sin embargo, los términos de crédito reales ofrecidos por países individuales varían ampliamente desde 22 días en Austria hasta 55 días en España e Italia.
Es interesante señalar que, como consecuencia del difícil entorno económico en el que se encuentran operando las empresas, el valor total promedio de las facturas que permanecen impagas después de 90 días, ambos aumentaron significativamente tanto en términos de comercio interno (15%) como de comercio exterior (22,6%). En este escenario, el promedio de días de ventas pendientes (DSO) en todos los países examinados aumentó en seis días en comparación con el nivel de 2012 para la cifra actual de 57 días, lo que indica que las mejoras en la gestión de las cuentas por cobrar son necesarias y críticas para los flujos de efectivo de las empresas de todos los tamaños para ayudar a reducir los retrasos en los pagos. Esto parece particularmente importante en Turquía, Irlanda e Italia, donde se reportan DSO promedio de 77 días, 83 días y 90 días respectivamente. Y, en este contexto, el hecho de que elItalia registró el mayor aumento en DSO solo subraya una vez más cómo las prácticas de gestión de crédito son menos efectivas que en otros países de Europa occidental, lo que socava la competitividad de las exportaciones de un hermoso país que necesita cada vez más respuestas efectivas y oportunas por parte de la clase dominante..
