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Corredor Rin-Alpes, el retraso en el lado italiano nos costará 6 mil millones

El corredor ferroviario Rin-Alpes, que según los planes para 2020 conectará los puertos de Liguria con Holanda a través de Suiza, reequilibrando el tráfico comercial de los ejes del Mar del Norte hacia el Mediterráneo, ve a Italia retrasada en las obras - El retraso costará 6 3,3 millones en ingresos perdidos, de los cuales casi XNUMX beneficiarán al Tesoro.

Corredor Rin-Alpes, el retraso en el lado italiano nos costará 6 mil millones

El retraso, en comparación con el programa suizo, en la construcción del tramo italiano del nuevo corredor multimodal Italia-Suiza, que forma parte del corredor Rin-Alpes en el que la Comisión Europea pretende hacer que el transporte europeo sea más eficiente y con un menor impacto ambiental, tendrá costes elevados para Europa y para Italia en particular. Estos fueron destacados por un estudio de Certet Bocconi presentado hoy y realizado en colaboración con la Embajada de Suiza y las empresas Apm Terminals Italia, Hupac Intermodal SA y Rivalta Terminal Europa spa. Según cálculos de Certet, el período de cinco años entre la apertura del nuevo Paso de San Gotardo (Suiza), prevista para finales de 2016, y la apertura del Tercer Paso en los Apeninos de Liguria (2021) le costará a Italia, entre ingresos perdidos para Hacienda y lucro cesante para las empresas del sector y para el sistema bancario, unos buenos 1,2 millones de euros al año, para un total estimado de 6 millones entre 2016 y 2021.

Por su parte de la construcción del nuevo corredor multimodal, Suiza ha realizado inversiones por valor de 17,6 millones de euros, que ya han sido totalmente financiadas. El final de las obras está previsto para 2020, pero el hito será a finales de 2016 la inauguración del nuevo San Gotardo. Por otro lado, 2021 es la fecha, según estimaciones, no antes de que pueda abrirse el Tercer Paso (entre Génova y Novi Ligure) que representa una etapa importante en la reorganización del sistema ferroviario en el Noroeste de Italia y que permitiría, junto con las demás inversiones previstas, hacer más competitivo el sistema de transporte italiano, permitiendo la plena explotación del potencial de los centros portuarios de Liguria. El programa de inversión para la parte italiana del corredor tiene un valor de 11 mil millones de euros, de los cuales solo 3,75, sin embargo, están actualmente disponibles. Las obras ya han comenzado pero, según las estimaciones, la primera etapa fundamental del plan, la apertura del Tercer Paso, no estaría plenamente operativa antes de finales de 2021.

“El corredor multimodal Italia-Suiza es un sistema de obras fundamental para el desarrollo del transporte en Europa. El retraso que se acumulará en la construcción de la parte italiana tendrá un alto impacto económico”, explica el director de Certet Bocconi, Oliviero Baccelli.

El tramo italiano del corredor representa, por el momento, el eslabón débil del sistema. El contexto, de hecho, ve por un lado el desarrollo más avanzado de la parte suiza del corredor; por otro lado, el desarrollo en curso del sistema portuario de Liguria, que en 2020 aumentará la capacidad de manipulación de los actuales 4,3 millones de TEU (ya explotados en un 80 %) a 6,6 millones, reequilibrando así hacia el sur de Europa una parte del tráfico marítimo que hoy descansa en los hubs del norte de Europa y aumentando así la ventaja económica italiana. En el medio, por lo tanto, el sistema de transporte que debe conectar los tres puertos de Liguria con Suiza.

En este punto, procesando datos de diferentes fuentes (incluidas Banca d'Italia y Fedespedi), Certet planteó la hipótesis de cuánto costo a la productividad, primero europea y luego especialmente italiana, de estos cinco años de diferencia entre la época suiza y la italiana.

En lo que a Europa se refiere, si el corredor italiano se completase en paralelo a los tiempos suizos, permitiendo reequilibrar el tráfico hacia los puertos de Liguria, daría lugar a una ahorro total anual de 185,7 millones de euros, en términos de reducción de distancias marítimas (82 millones de euros), distancias ferroviarias terrestres (65 millones) y reducción de los costes de inmovilización de mercancías (38,7 millones).  

Para Italia, la diferencia de 5 años en el time to market del Third Pass, según Certet, producirá una no recuperación de la manipulación de los hubs de Liguria estimada en 300 TEU anuales, entre importaciones y exportaciones. Y considerando 7.100 euros por cada TEU menos manipulado en importaciones (de los que el 55% va a Hacienda) y 927 por cada TEU de ingresos perdidos en exportaciones, llegaríamos a 1,2 millones de euros al año de ingresos perdidos, de los que más de 650 millones irían a parar al erario.

“Esto demuestra cuán importantes son las oportunidades que se deben aprovechar”, continúa Baccelli. “Además de la finalización de la infraestructura en el lado italiano, que debe acelerarse, un paso importante es la adaptación del marco regulatorio sobre el transporte ferroviario, que en cambio se puede hacer sin costo alguno”. El corredor Rin-Alpes, dentro del cual se encuentra el corredor Italia-Suiza, “conecta las zonas más importantes de Europa en términos de producción. El hecho de que Italia se esté quedando atrás es preocupante no solo para la propia Italia sino también para Europa. Los puertos del norte de Europa manejan enormes volúmenes pero también generan grandes externalidades, tanto desde el punto de vista de la congestión como del alargamiento de las rutas necesarias para llegar a ellos; por lo tanto, reequilibrar el tráfico hacia el sur sería una ventaja”.

Finalmente, desde el punto de vista italiano, el corredor no es solo política de infraestructuras. “Es una inversión que también repercute en el sector manufacturero, porque reduce los costes de importación-exportación, y que repercute positivamente tanto en el medio ambiente como en la calidad del trabajo de las empresas logísticas”.

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