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Contrabando, robos de gasolina, refinerías clandestinas: alarma de los petroleros

Atrapadas entre la aceleración de las renovables y los programas sobre movilidad eléctrica, las empresas del gremio petrolero (reunión anual de mañana) señalan con el dedo el repunte de la ilegalidad: 157 ataques a oleoductos en 2015. “Somos un sector estratégico para el transporte de personas y bienes y lo seguiremos siendo por otros 30 años – dice el presidente Claudio Spinaci – pero de esta manera la actividad corre el riesgo de volverse insostenible”. Talleres y debates para sensibilizar sobre el problema

Contrabando, robos de gasolina, refinerías clandestinas: alarma de los petroleros

Por un lado el revolución de las renovables siempre en expansión; por otro, programas cada vez más acelerados para el desarrollo decoche eléctrico; y ahora tambien el ataques a oleoductos y el aumento de la anarquía en forma de contrabando y evasión de impuestos. Petroleros y petroleros ¿Estoy bajo ataque? “Somos conscientes de que la demanda de productos petrolíferos está destinada a contraerse pero estamos igualmente convencidos de que aunque con una menor incidencia, estos se mantendrán imprescindible en la movilidad al menos durante los próximos 20-30 años. Nuestra preocupación es que esta evolución no sea lo suficientemente clara para la opinión pública”. Estas son las palabras que el presidente de la Unione Petrolifera,  Claudio Espinaci, se pronunció hace unos días al presentar la reunión anual de la asociación que tendrá lugar mañana miércoles 22 de junio en Roma. Y aquí las repetirá porque es sobre estos temas que la Up pretende batir este año y por eso mismo ha decidido sustituir el habitual ritual de asamblea por unas jornadas sobre los temas candentes que agitan al sector. “Somos parte esencial del sistema industrial del país, con empresas entre las mejores del mundo en confiabilidad, seguridad y respeto por el medio ambiente. Pero si pedimos evitar medidas punitivas innecesarias contra nosotros, como la eliminación de la Tasa Robin, ¡clamamos el regalo a las petroleras!”.

¿Síndrome del cerco? El temor de la UP es que a este ritmo la industria petrolera se vuelva cada vez menos sostenible. Los números indican que el sector facturación total 100 mil millones – se dan hasta – y aporta 40 mil millones a los ingresos del Estado entre impuestos especiales e IVA. Hay 20.000 empleados y otros 130.000 en industrias relacionadas. Más de 100 millones de litros de combustible se distribuyen a lo largo del país todos los días para que los automóviles, autobuses, camiones, camiones viajen con 21 mil puntos de venta (incluso demasiados, según los propios petroleros), 600 depósitos y aproximadamente 3.000 km de oleoductos

Pero aquí viene el punto doloroso. La crisis económica trajo la ccontrabando disparado (+231% en 4 años), le frodi descubierto por la Guardia di Finanza pasó de 50-70 mil toneladas en 2010 a 100 mil toneladas en 2013 que luego llegó a tocar 190 mil toneladas en 2014. Un crecimiento exponencial generado (pero no solo) por elescalada de robos en oleoductos: hasta hace unos años eran unas diez al año, en 2015 hubo 157 ataques. Los productos más saqueados son el diésel y el queroseno, que luego se diluye y se hace pasar por diésel con efectos devastadores en los motores. Robos crecientes también a las distribuidoras de combustibles: 165 en 2015 frente a 54 del año anterior. refinerías clandestinas (71 casos encuestados por el GdF desde el 1 de enero de 2015 hasta el 20 de abril pasado) pero el distribuidores clandestinos (uno fue encontrado en Palermo). Desde Albania y Eslovenia informamos de la llegada de camiones o trenes cisterna llenos de productos de baja calidad que a su vez son remezclados y puestos a la venta. 

En definitiva, la ilegalidad ha crecido y se ha ido extendiendo como un leopardo por todo el país. “Nos vemos obligados a enfrentar crecientes fenómenos de ilegalidad –reitera Claudio Spinaci– que, además de generar importantes costos ambientales, introducen gravísimos factores anticompetitivos con dumping salvaje sobre el precio final de los productos”. 

La Unión del Petróleo está convencida, sobre la base de muchas estimaciones internacionales, de que los combustibles fósiles, que hoy cubren el 90-95 % de la demanda energética en el transporte, pueden reducirse en 2050 pero se mantendrán en el 70-75 % del total y seguirán representar la principal fuente de suministro para la movilidad de personas y mercancías en Europa. 

¿Estimaciones demasiado optimistas? Los fabricantes de automóviles están acelerando, y mucho. Volkswagen, también para revivir su imagen tras el Dieselgate, ha anunciado que tiene previsto producir 2-3 millones de coches eléctricos al año en 2025, en menos de diez años, con la promesa de lanzar 30 modelos eléctricos para esa fecha. Tesla en EE. UU. está presionando con fuerza con su Model 3, Enel ha firmado recientemente un acuerdo comercial con Mercedes y Nissan. Las renovables crecen con fuerza, el gobierno alemán ha vuelto a conceder importantes incentivos a la movilidad eléctrica, Holanda se aferra al proyecto de prohibición de los coches de gasolina pero no se sabe por cuánto tiempo. Los signos de una aceleración de la movilidad verde están todos ahí. Solo tenemos que esperar para ver qué estimaciones resultarán ser las más realistas.

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