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Comercio Ceta, ahora el Gobierno abre el frente a Canadá

Ministro Centinaio anuncia que el gobierno invitará al Parlamento a no ratificar el tratado de libre comercio con Canadá. Aplaudo a Coldiretti pero Europa está preocupada: sin Italia, el doloroso acuerdo alcanzado que suprime el 98 % de los aranceles para las mercancías europeas corre el riesgo de desmoronarse

Comercio Ceta, ahora el Gobierno abre el frente a Canadá

El gobierno de Salvini-Di Maio bloquea el acuerdo Ceta (Acuerdo Económico y Comercial Global, literalmente Acuerdo Económico y Comercial Integral) con Canadá. El ministro de Políticas Agrarias, Gian Marco Centinaio, abrió un nuevo frente caliente en Europa y en declaraciones a La Stampa anunció la intención del Gobierno de invitar al Parlamento a no ratificar el acuerdo comercial entre la Unión Europea y Canadá y tampoco "los demás tratados". similar al Ceta, al fin y al cabo está todo previsto en el contrato del Gobierno".

Partiendo de este supuesto, el nuevo gobierno parece querer cerrar cualquier posibilidad de libre comercio y de fomento de la difusión del Made in Italy, en lugar de estimular las exportaciones y protegerlas realmente contra la sonoridad italiana, es decir, contra la práctica comercial de copiar nombres de Productos hechos en Italia para vender "copias" de producción local. En el Parlamento y en varios países europeos, asegura el ministro de la Liga Norte, hay una gran mayoría que dice estar en contra de la ratificación del tratado: "No se trata sólo de una posición de los soberanos de la Liga, sino de dudas sobre este acuerdo son comunes a muchos de mis colegas europeos”. El acuerdo no funciona "porque solo protege una pequeña parte de nuestros productos con DOP e IGP", concluyó Centinaio.

Respuesta positiva a las palabras del nuevo ministro por parte de Coldiretti, que siempre ha sido crítico con los acuerdos internacionales. Roberto Moncalvo, presidente de la asociación, dijo: "la decisión de no ratificar el tratado de libre comercio con Canadá es una elección correcta frente a un acuerdo erróneo y peligroso para Italia". Según Coldiretti, "para Italia, la oposición se justifica por el hecho de que con Ceta, por primera vez en la historia, la Unión Europea legitima la piratería alimentaria en detrimento de los más prestigiosos productos Made in Italy en un tratado internacional, otorgando explícitamente luz verde a las imitaciones que explotan los nombres de las especialidades nacionales, desde Asiago hasta Fontina, desde Gorgonzola hasta Parma y los jamones San Daniele, pero el Parmigiano Reggiano también se producirá y comercializará libremente desde Canadá con la traducción de parmesano”.

En cuanto al fondo, cabe recordar que el acuerdo prevé la casi total reducción a cero de los derechos de aduana sobre las mercancías, el 98% de los derechos suprimidos por un valor de 400 millones de euros, y da un estímulo al comercio y la creación de nuevos puestos de trabajo, el reconocimiento de 173 indicaciones geográficas protegidas de las cuales 41 son italianas: bresaola della Valtellina, vinagre balsámico de Módena, mozzarella de búfala de Campania y jamón de Parma, entre otras. Recuerde que Italia exporta mucho más a Canadá de lo que importa: más de 5 mil millones de euros en exportaciones contra 1,9 mil millones en importaciones.

La respuesta de la Unión Europea no se hizo esperar: "La Comisión tiene interés en trabajar con los estados de la UE para garantizar que la política comercial europea sea mutuamente beneficiosa para todos". Esta es la respuesta del portavoz de la Comisión Europea a la solicitud de comentarios sobre la posición expresada por el ministro de agricultura italiano, Gian Marco Centinaio, en contra de ratificar el acuerdo comercial con Canadá.

Este de Ceta es un acuerdo multilateral entre la Unión Europea y Canadá y como tal debe ser firmado por todos los parlamentos de los estados miembros, de no ser así el propio tratado podría colapsar, por lo que aunque existen algunos temores de falsificación, La pérdida de valor de los bienes exportados y la reducción de puestos de trabajo vinculados a una mayor competencia pueden parecer legítimos y deben ser considerados, ¿no sería preferible continuar estimulando las relaciones económicas internacionales, luchar contra el sondeo italiano y aumentar los controles sobre todo el proceso de exportaciones e importaciones? , en lugar de abrirse al proteccionismo?

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