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La Champions amarga por la Roma: fuera en la prórroga

Oporto gana 3-1 gracias a un penalti en la decisión 117 con el Var - Arbitraje cuestionable, que ha penalizado en más de una ocasión al conjunto italiano - Los errores de Buffon dan la clasificación a cuartos al Manchester United, que venció 3-1 al PSG

La Champions amarga por la Roma: fuera en la prórroga

La noche de Roma es amarga. De hecho, el Oporto de Sergio Conceiçao pasa a cuartos de final, mientras que los amarillos y rojiblancos solo tienen que soportar una enorme decepción, otro fracaso más de lo que va de temporada. Eso sí, en la eliminación también pesan las valoraciones del colegiado Çakir, bueno en darle un penalti justo al portugués a pocos minutos del final de la prórroga, y mucho menos en no hacer lo mismo poco después en el área contraria por un contacto entre Marega y Schick.

No es, a nuestro juicio, un error escandaloso, pero lo cierto es que una "apuesta" en el monitor no hubiera estado de más, al menos para no dar la impresión de árbitro de casa. Sin embargo, de nada sirve llorar por la leche derramada, también porque el 3-1 final no se explica solo por las decisiones del silbante turco. De hecho, los numerosos errores de una Roma demasiado descuidada en la fase defensiva (esto no es nada nuevo) y excesivamente derrochadora en la ofensiva (éste, sin embargo, lo es): si encaja tres goles muy evitables y falla algún sensacional unos, no puedes esperar romperlo, no en estos niveles.

Y así el Oporto pasa a cuartos de final y los giallorossi se quedan con múltiples remordimientos, además de la sensación de estar a un paso del fracaso. Sólo una clasificación para la próxima Champions League, de hecho, podría hacer menos amargo un año siempre vivido entre altibajos, con estos últimos evidentemente muy superiores a los primeros. Doce partidos de Liga, esto es lo que le queda a la Roma para intentar salvarse del fracaso total: la pregunta que todos se hacen, a estas alturas, es si Di Francesco intentará la misión o alguien más.

La respuesta probablemente llegue solo hoy, pero lo cierto es que desde el Oporto no han llegado señales positivas para el actual técnico de los giallorossi, que tras el partido evitó que los periodistas presentes se refugiaran en el autobús del equipo. Comportamiento comprensible desde el punto de vista humano pero no desde el punto de vista profesional: un entrenador que no da la cara tras una eliminación de la Champions League, de hecho, ciertamente no transmite seguridad al entorno en el que trabaja. .

La sensación es que Di Francesco ha llegado ya al final de su carrera de amarillo y rojo, aunque la derrota de ayer fue más fruto de episodios que de errores tácticos. Eso sí, las elecciones iniciales (3-4-2-1 con Juan Jesús, Marcano y Karsdorp como titulares) despertaron asombro pero también cierto coraje en quienes, tras la derrota en el derbi, decidieron jugarse la "vida" sin mirar. a la cara a nadie, consciente de que al final habría pagado de todos modos.

Listo y la defensa volvió a traicionar: mal balón perdido por Manolas en el centro del campo, contraataque del Oporto y gol fácil de Soares (26'). Ni siquiera el 10' y la Roma empató con De Rossi, muy frío para convertir un penalti sacrosanto (falta de Militao sobre Perotti) y encarrilar a su equipo, como corresponde a un capitán. Es una pena, sin embargo, que la defensa giallorossi haya hecho más agua que el Titanic: ver el 2-1 del Oporto (53', sensacional hueco en el área y remate fácil de Marega) es de creer.

En ese momento el partido, en perfecta paridad con el resultado de la ida, se puso con razón más pesado, con dos equipos divididos entre las ganas de buscar el gol de la clasificación y el miedo a sufrir el gol de la eliminación. Y así, minuto a minuto, llegamos a la segunda prórroga y allí, con los penaltis a la vuelta de la esquina, volvieron las emociones. En el minuto 112 la puerta corredera del partido: Dzeko, tirado a portería por un chocolate de Cristante, desperdicia mal con una cuchara que debe haber horrorizado a Totti, y solo 3' después Porto recibe el penalti de calificación gracias al esmerado Var al rematar a Çakir un agarre de Florenzi sobre Fernando: hazlo tonto pero claro para regocijo de Alex Telles, muy frío en batir a Olsen y hacer estallar a Dragao. Sin embargo, en el minuto 122, tembló de miedo: contacto entre Marenga y Schick, conciliación entre el Var y el árbitro turco, antes de que el mismo decidiera dejarlo pasar sin ni siquiera mirar personalmente la repetición.

Imagen que fotografía a la perfección la temporada de la Roma, siempre a punto de dar la vuelta pero sin conseguirlo nunca. Los objetivos, como decíamos anteriormente, aún no están agotados pero seguro que no será fácil recuperarse de semejante golpe. Sobre todo con un entrenador que, a estas alturas, parece ser el primero en no creérselo.

En el partido de vuelta de los octavos de final, el Manchester United logró una sensacional clasificación para los cuartos de final al vencer al Paris St. Germain en el Parc des Princes por 3-1. Nunca había pasado en la historia de la Champions League que un equipo consiguiera remontar un 0-2 sufrido en casa. En el marcador Lukaku (doblete), Bernat y Rashford (93º de penalti). Los errores de Buffon fueron decisivos, entre lágrimas al final del partido.

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