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Catastro, nuevo aplazamiento de la reforma: corre el riesgo de aumentar los impuestos

Los simulacros elaborados por la Agencia Tributaria sobre las revalorizaciones catastrales preocupan al primer ministro Matteo Renzi que quiere ver claro antes de lanzar el decreto previsto para hoy en el Consejo de Ministros (la delegación expira el 27 de junio) - El objetivo es la invariancia de los ingresos en pleno funcionamiento en 2019.

Catastro, nuevo aplazamiento de la reforma: corre el riesgo de aumentar los impuestos

Detener la reforma. El crucial decreto que implementa la delegación fiscal en materia inmobiliaria estaba previsto en el MDL de hoy y tenía dos grandes novedades en proceso: lLa unidad de medida para el cálculo tenía que estar representada por metros cuadrados y ya no por el número de habitaciones, y el valor de los inmuebles individuales según la reforma deberá determinarse en base a los valores de mercado de los tres años anteriores, pero teniendo en cuenta también otros parámetros, como las características del edificio y su ubicación.

En los programas del decreto, a partir de su aprobación, se deberá revisar la renta catastral de 5 millones de inmuebles en un plazo de 62 años. Sin embargo, hoy el texto no llegará a la mesa del Consejo de Ministros: el primer ministro Matteo Renzi ha preferido posponerlo para profundizar en las proyecciones elaboradas por la Agencia Tributaria a pesar de que la delegación está ahora próxima a expirar (el 27 de junio). De hecho, el temor es que el nuevo método de cálculo acabe provocando un fuerte aumento de la tributación sobre la vivienda. Y dado el clima político suficientemente acalorado en este momento, todavía habría sido difícil explicar que en algunos casos los impuestos aumentarán, en otros disminuirán. Según algunas proyecciones elaboradas por las autoridades locales de Uil y filmadas por Repubblica, en Nael valor de una casa social en el centro se multiplicaría por seis, en Roma por cuatro, en Venecia por cinco. Una revalorización que, aunque sacrosanta donde los números antiguos ya no retratan el valor real de la vivienda teniendo en cuenta que el catastro actual tiene setenta años, seguiría repercutiendo en el bolsillo de los ciudadanos.

De lo que se trata entonces es de verificar si y en qué medida la reforma pone en riesgo la invariancia de los ingresos, piedra angular de la propia delegación, abriendo paso a una nueva sangría fiscal sobre el ladrillo. Si aumentan las anualidades, las tasas de Imu y Tasi deben disminuir (el techo de la recaudación de Imu y Tasi en primera y segunda residencia es de 24 mil millones por año): este sería de hecho el principio de invariancia. Por lo tanto, el quid sigue siendo cómo disminuir esta invariancia, ya sea a nivel fiscal nacional o local. Entre las posibles hipótesis también está la de transformar la delegación en un proyecto de ley.

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