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Mercado de fichajes: Milán-Kaká, de nuevo el amor. ¿Peso gordo o sopa caliente?

Kakà, ahora con 31 años, ha vuelto a vestir la camiseta que le hizo grande, abandonando en Madrid al entrenador que le había hecho grande y que debería haber estado preparado para relanzarle, aquel Carlo Ancelotti que en cambio dio luz verde a su traspaso. bajo gratis.

Mercado de fichajes: Milán-Kaká, de nuevo el amor. ¿Peso gordo o sopa caliente?

Soñaba con volver a Milán, como soñó con quedarse en aquel atormentado verano de 2009, cuando se vio "obligado" a dejar Milán tras la Champions y el Balón de Oro para instalarse en España y vestir la camiseta del Real Madrid durante cuatro temporadas anónimas, a su vez soñadas desde la infancia.

El regreso de Kakà a los rossoneri no es un sueño sino una realidad: lo que parecía impensable, más por motivos de compromiso que por la cantidad que pedía para comprarle (el Real Madrid, que acaba de hacer una monstruosa renovación por Cristiano Ronaldo, prefirió liberarlo sin costo para aligerar la masa salarial), ahora realmente ha sucedido. Kakà, ya no muy joven (cumplirá 32 años antes de que acabe la temporada) ha vuelto a vestir la camiseta que le hizo grande, abandonando en el Madrid al entrenador que le había hecho grande y que debería estar preparado para relanzarle, que Carlo Ancelotti que en cambio ha dado luz verde a su libre traspaso.

¿Alarma? No mucho, ya que está encantado, convencido de que juega más en una liga que conoce y aprecia (aquí no hay competencia de Ronaldo…), y en la que confía en recuperar la camiseta de la Seleçao para jugar el Mundial en casa en poco menos de un año.

La afición rossoneri también está muy contenta, recordando los triunfos de aquellos años, de 2003 a 2009, las jugadas y sobre todo los goles, 70 en 193 partidos, y muchos de los cuales marcaron en los derbis ante el Inter. Los primos nerazzurri, en cambio, estarán un poco menos contentos, quizás intimidados, mientras que de momento emocionado pero luego intimidado también podría ser el joven El Shaarawy, por el que Milan había apostado mucho pero que ya había sufrido la presencia. de Balotelli la temporada pasada. ¿Será el regreso de Kakà el fin del faraón y del proyecto de rejuvenecimiento del AC Milan? ¿O, por el contrario, un valor añadido extraordinario, aunque una vez más sintomático de un mercado hecho sobre la ola de emociones y pensamientos de año en año y no desde el punto de vista de la planificación?

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