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Bundesbank en el contraataque: una agencia para gestionar las finanzas públicas de los países europeos rebeldes

Presionada sobre los eurobonos por franceses, italianos y españoles, Alemania relanza: un comisario o una agencia de la eurozona para gestionar directamente las finanzas públicas de los países indisciplinados - Esta es la propuesta de Jens Weidmann, poderoso jefe del Bundesbank - Antes de emprender El peso de las deudas públicas Otra Alemania quiere garantías firmes sobre sus presupuestos

Bundesbank en el contraataque: una agencia para gestionar las finanzas públicas de los países europeos rebeldes

Acusado de negar su participación en cualquier plan de rescate de la eurozona durante semanas el establecimiento político y económico alemán intenta mostrarse proactivo frente a la opinión pública europea. Primero la Canciller, luego su Ministro de Finanzas y ahora también el presidente del Bundesbank han expresado de hecho su intención de avanzar hacia una mayor integración europea, creando, paso a paso, una unión económica y fiscal.

La idea, que según algunos ya se formalizará en el Consejo Europeo de los próximos 28 y 29 de junio, lleva meses latente, pero ha comenzado a tomar forma con mayor claridad al día siguiente de la victoria electoral de François Hollande. Acorralado en Eurobonos, la señora Merkel ha conseguido así darle la vuelta a la tortilla, pidiendo en primer lugar el traspaso de la soberanía fiscal a la UE.

De hecho, la transferencia de competencias de la periferia al centro toca un nervio expuesto de los franceses y de los pueblos de los estados en crisis. Lejos de ser una solución federalista deseada y compartida por todos los participantes, la de la unión económica y fiscal corre el riesgo de aparecer como chantaje: la comunidad de deudas sólo se logrará si los estados en dificultad dejan que un "comisario de sanciones" o un "comisario de ahorros" controle sus finanzas públicas.

Jens Weidmann, presidente del Bundesbankfue aún más lejos. El jueves pasado, con motivo del foro económico del Centro Europeo de Investigación Económica (ZEW) en Mannheim, Weidmann describió de hecho cómo debería funcionar la nueva unión monetaria con coordinación económica y fiscal.

Además de las reglas para evitar Déficits gubernamentales excesivos, Weidmann proponía el establecimiento de un modelo federal sui generis: los Estados que no pudieran o no quisieran implementar maniobras de consolidación de cuentas serían privados de soberanía fiscal, "incluso si el Parlamento del Estado en cuestión no estaba de acuerdo con la política económica". paquete decidido a nivel europeo”. Según Weidmann, sería una propuesta en la línea de la del expresidente del BCE, Jean-Claude Trichet y puede resumirse según la fórmula "federalismo por excepción".

Europa estaría llamada a supervisar y posiblemente gestionar directamente, pero ya no a través de la Comisión o el Consejo Ecofin, organismos que según Weidmann han demostrado ser inadecuados en el pasado, sino "a través de una nueva institución independiente limitada a la zona del euro". Probablemente un comisionado o una agencia ad hoc.

Para lograr tal unión, explicó Weidmann, sobre todo, se necesitaría una Europa política, o "darle legitimidad democrática", para evitar que las decisiones que se tomen en Europa sean puramente tecnocráticas. Al mismo tiempo, sería necesario proceder “a modificar los Tratados, a fin de evitar que los Estados miembros retrocedan en sus pasos mediante decisiones tomadas por mayoría de votos”.

En resumen, antes de que los alemanes se declaren dispuestos a asumir la carga de las deudas de otros según la fórmula del fondo de redención (hasta la fecha, la que menos ha gustado a la señora Merkel), será necesario que los demás Estados miembros ofrezcan soluciones mucho más serias garantías que un simple compromiso de cumplir con los parámetros fijados por el Pacto Fiscal. Se advierte a franceses, italianos y españoles.

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