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Brexit en la encrucijada: aplazamiento del divorcio de la UE o cambios en el acuerdo

El Parlamento, que hoy vuelve a discutirlo, podría hacerse cargo del gobierno y dictar la línea de negociación. Hay dos enmiendas a tener en cuenta: la primera prevé un aplazamiento del Brexit, la segunda prevé que Downing Street se comprometa a encontrar "soluciones alternativas" en el respaldo.

Brexit en la encrucijada: aplazamiento del divorcio de la UE o cambios en el acuerdo

Theresa May en la encrucijada de nuevo. Vuelve el Brexit al Parlamento que en esta ocasión podría dar un punto de inflexión en el proceso de separación del Reino Unido de la Unión Europea, llevándose directamente a la negociación las manos.

Después de que el rechazo subsanado hace dos semanas, el más pesado que un gobierno británico ha subsanado nunca desde 1924, Downing Street podría conquistar otro récord: en caso de que se apruebe la enmienda laborista sobre el aplazamiento del Brexit, la Cámara de los Comunes ganaría una incisividad en la agenda política que nunca tenido en el pasado. Hasta ahora, de hecho, el Gobierno siempre ha tenido prioridad en el trabajo del Parlamento y en la aprobación de las leyes. El 29 de enero, Theresa May podría sentar otro precedente vergonzoso.

Pero vayamos al grano. La sesión prevé una votación sobre las líneas que la primera ministra indicará que quiere seguir tras el No del Parlamento a la ratificación del acuerdo de divorcio ya alcanzado en los últimos meses con Bruselas. Esta es una votación transitoria, lo importante sobre todo serán las enmiendas.

Se pedirá a la Cámara de los Comunes que vote sobre una serie de enmiendas a la Plan B de Theresa May, un plan muy similar al rechazado anteriormente, pero aderezado por algunas concesiones en el backstop (el mecanismo de garantía teórico impuesto por la UE para asegurar la frontera abierta entre Irlanda del Norte e Irlanda) y por promesas relativas a nuevas "negociaciones" con Bruselas sobre el cual, sin embargo, ya ha recibido una respuesta negativa por parte de la UE.

Entre las diversas propuestas, hay dos enmiendas a tener en cuenta: el primero propone cuestionar el mecanismo de salvaguarda, el segundo prevé un aplazamiento del Brexit.

En detalle, la enmienda presentada por la diputada laborista Yvette Cooper prevé el aplazamiento del Brexit que la fecha fijada para el 29 de marzo en caso de que May no encuentre una mayoría en el Parlamento sobre un nuevo plan para el 26 de febrero. De aprobarse, el Brexit se aplazaría hasta el 31 de diciembre de 2019.

La segunda enmienda bajo los reflectores es la del conservador Graham Brady, que de aprobarse comprometería en cambio a Thresa May a emprender nuevas negociaciones con la Unión Europea encaminadas a buscar "soluciones alternativas” para garantizar una frontera sin barreras entre Irlanda e Irlanda del Norte, dejando de lado el muy disputado Backstop. En este contexto, no obstante, hay que tener en cuenta que Bruselas ha reiterado en reiteradas ocasiones su No a posibles cambios en el acuerdo ya alcanzado.

May, por su parte, parece decidida a tomar partido en contra de la primera enmienda, mostrando apertura hacia la segunda en otro intento de ganar tiempo para tratar de reunir a los conservadores y jugar a tiempo: cuanto más se acerca la fecha de lanzamiento, más para el Premier, será fácil llevar adelante la política de "o esto o lo otro" frente al Parlamento: si no vota por mi plan, May ya lo ha dicho en la Cámara de los Comunes, la catástrofe de No Deal se hará realidad.

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