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Brasil, la "Dilma del petróleo" al frente de Petrobrás

Por primera vez, una mujer encabezará la mayor empresa del país – Graça Foster, de 58 años, es considerada una criatura de Dilma Rousseff – Militante del Partido de los Trabajadores, inició su carrera en Petrobrás en 1978 como pasante – En febrero próximo 9, asumirá la presidencia.

Brasil, la "Dilma del petróleo" al frente de Petrobrás

Ya ha sido apodada la "Dilma del aceite". Mismo estilo que el presidente brasileño, carácter difícil y firme, perfil gerencial, trabajador, perfeccionista maníaco. Maria das Graças Silva Foster es la primera mujer en asumir la presidencia de Petrobrás, el gigante energético brasileño.

Entre las dos mujeres más poderosas de Brasil existe una relación de amistad y afinidad política desde hace muchos años. De hecho, Foster es militante del PT, el Partido de los Trabajadores del Presidente, y en las últimas elecciones también apoyó la campaña de Dilma con una donación de unos 10 euros. El año pasado también estuvo entre los candidatos elegibles para asumir un dicasterio, pero luego no salió nada. Desde 2007, cuando asumió la dirección del sector gas y energía, su marido también Colin Vaughan Foster comenzó a hacer negocios con Petrobrás. Según el diario Folha de S. Pablo, hasta 2010, la empresa de componentes electrónicos estipuló 42 contratos de suministro con Petrobrás, 20 de los cuales sin licitación.

La petrolera sostiene que se trataba de compras pequeñas, inferiores a los 4 euros, para las que no se requirieron licitaciones y sobre todo que no estaban vinculadas al ámbito de actuación de la esposa.

Si Foster es la criatura, Dilma es su creadora. Al momento del anuncio de la sucesión a la presidencia de la mayor empresa estatal del país, las acciones ordinarias del grupo registraron un incremento de 3,6%. El 9 de febrero, la "mujer de ferro" ocupará oficialmente el lugar de José Sergio Gabrielli, presidente desde 2005.

"Es un gran técnico y dará continuidad” al trabajo realizado hasta ahora, dijo el ministro de Economía, Guido Mantega. Por otro lado, Foster ha sido ejecutivo de la empresa por más de 30 años. En 1978 ingresó como pasante, hoy se prepara para sentarse en la silla más alta. Graduada en ingeniería química, tiene una maestría en ingeniería nuclear y un MBA.

Sin embargo, proviene de una infancia nada fácil: originaria del estado de Minas Gerais, en la década de 50 se mudó con su familia a Morro do Adeus, una de las cientos de favelas de Río de Janeiro. A los 8 años se vio obligada a recolectar cartones, latas y botellas de plástico, que revendía para comprar útiles escolares.

Ha recorrido un largo camino y ahora son muchas las expectativas puestas en ella, empezando por una gestión más técnica y menos política que su antecesora. El mayor desafío que le espera es la explotación de pré-sal, los vastos campos petrolíferos que se encuentran a varios kilómetros de profundidad, bajo una gruesa capa de sal, frente a las costas de Brasil. La previsión es que el 60% de los 170 millones de euros que la compañía pretende invertir hasta 2015 se destinen a este proyecto.

Pero también tendrá que resolver el espinoso asunto del abastecimiento material. En diciembre pasado, Dilma suspendió la licitación para la compra de 21 sondas para perforación exploratoria en el pré-sal. Un acuerdo de 30 mil millones de euros. El presidente quiere que las sondas se construyan en Brasil, una forma de estimular la industria nacional, en detrimento de la libre competencia.

Los planes de Foster también incluyen la contratación de 14 trabajadores durante los próximos tres años. Sin embargo, lo que hoy escasea en Brasil es mano de obra calificada para atender las demandas del mercado.

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