Campari cerró el primer trimestre con unas ventas de 288,7 millones de euros, un 8,4% menos que en el mismo periodo de 2013 (variación orgánica -3%), y un beneficio antes de impuestos de 20,7 millones de euros (-47,4%). A media mañana, las acciones de la empresa bajaron 3,6% en Bolsa, un 5,98.
“Después de un comienzo positivo en los dos primeros meses del año, los resultados del primer trimestre del Grupo se vieron afectados negativamente por una desaceleración de los pedidos en marzo –comentó el CEO Bob Kunze-Concewitz-. En particular, el final del trimestre se vio afectado por la ralentización de las ventas en Rusia, debido a una dinámica de mercado menos favorable y al fortalecimiento del control del crédito, por un aplazamiento de pedidos en Estados Unidos, así como por el retraso de Semana Santa que provocó el desplazamiento de las principales actividades promocionales, y, en consecuencia, el aplazamiento de algunos pedidos en el segundo trimestre del año en los principales mercados europeos”.
Los resultados del primer trimestre de 2014, “tradicionalmente un periodo de baja estacionalidad –prosiguió–, no reflejan el buen comportamiento del negocio subyacente, que muestra signos de mejora en muchos mercados. Las ventas netas actualizadas a finales de abril de 2014, gracias a la normalización por la incorporación del efecto Semana Santa retrasado, vuelven a situarse en territorio positivo en términos de crecimiento orgánico”.
Mientras tanto, las cuentas presentadas en el informe trimestral cancelaron los beneficios derivados del acuerdo realizado recientemente por la familia Garavoglia, el mayor accionista de Campari, con las autoridades fiscales. De hecho, los estados financieros cerraron con un beneficio de 48 millones de euros frente a los 74,2 de la gestión anterior. En cuanto a Campari, la inversión en la sociedad cotizada se ha valorado en 712 millones por puesta en equivalencia. El holding familiar tiene deudas por 174,2 millones de euros, pero está financiado por los bancos por 121 millones. Además de esto, los Garavoglia tienen propiedades por valor de 29,5 millones y dos inversiones en sicavs de Luxemburgo por alrededor de 68 millones.
