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Orgánica: ok del Senado, ahora en la Cámara

Satisfacción de empresas a la espera de la votación final de la Cámara. Federbio piensa en la doble marca sobre los productos italianos.

Orgánica: ok del Senado, ahora en la Cámara

El futuro de la economía circular italiana se enriquece con la ley de agricultura orgánica. El texto aprobado ayer en el Senado pasa ahora a la Cámara para su aprobación definitiva. En los campos se abren las puertas a la innovación y al desarrollo sostenible. Un mundo en crecimiento que vale 7 millones de euros al año. Quienes apoyaron la medida lo han hecho durante muchos años.

El presidente de Federbio Maria Grazia Mammuccini, tentado a pensar en un milagro, dice luego con satisfacción: ”Estamos particularmente satisfechos con la aprobación en el Senado de la ley que esperábamos desde hace más de 15 años. Un estándar largamente esperado finalmente ha sido lanzado por todo el mundo orgánico y por los ciudadanos, cuya demanda de alimentos saludables, producidos con respeto por el medio ambiente, ha crecido significativamente en los últimos años". La organización también aclara que la ley es una herramienta clave para alinear a Italia con los ambiciosos objetivos del Pacto Verde Europeo y las estrategias Farm to Fork y Biodiversity 2030.

Un camino ambicioso a construir para triplicar la superficie cultivada con agricultura ecológica y reducir en un 50% el uso de pesticidas y antibióticos y en un 20% el de fertilizantes. Todo por hacer en 2030, según las estrategias europeas que, entre otras cosas, no están exentas de alivio por parte de algunos países. Italia, fortalecida por el plan de recuperación de Draghi, espera aunar dos sellos de calidad en sus productos: orgánico y “Made in Italy”. Se crearán distritos orgánicos en los que también se mantendrán alejados los combustibles contaminantes. El valor agregado de la ley radica en la fuerza para cambiar nuestra agricultura aún más profundamente.

En general, el mundo ecológico también valora positivamente la delegación al Gobierno para la revisión de la legislación sobre controles. Las granjas son el verdadero banco de pruebas para el aumento sostenible de la productividad. Si el Estado cree en ello, debe estar junto a la cadena de suministro sostenible. La superficie agrícola utilizada italiana es del 15,8%, frente a la media europea del 7,8%. La conciencia verde en los últimos diez años se ha extendido a los hábitos alimentarios por lo que la ley, cuando esté operativa, afectará a una superficie biológica total de unos 2 millones de hectáreas.

“En una fase decisiva como la actual para la agricultura ecológica, la aprobación de la ley puede ser el impulso adecuado para que el Gobierno desarrolle un Plan de Acción Nacional para la agricultura ecológica, como también indica el Plan de Acción Europeo, a través de un proceso participativo con todas las asociaciones del sector orgánico”, añade Maria Grazia Mammuccini. Todos los ojos están puestos ahora en la Cámara de Diputados.

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