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BCE, Draghi: "Euro demasiado fuerte", decisión de reducción en octubre

El fortalecimiento del euro lastra la inflación y lleva al BCE a aplazar el anuncio más esperado por el mercado: las decisiones sobre la reducción de los estímulos monetarios se tomarán “probablemente en octubre” – PIB de la Eurozona revisado al alza en 2017 (+2,2%) – “Sin riesgo sistémico por burbujas especulativas”.

Otro mes de espera. El Banco Central Europeo tomará decisiones clave sobre la reducción del estímulo monetario "probablemente en octubre". Así lo ha afirmado el presidente de la Eurotower, Mario Draghi, al término del consejo de gobierno que hoy ha dejado sin cambios los tipos de interés y el programa de compra de valores (quantitative easing). Como había vaticinado la mayoría de los analistas, el BCE ha optado por estancarse, posponiendo hasta el próximo mes el anuncio más esperado por el mercado, el de la hoja de ruta del tapering. “No hemos discutido la secuencia de retorno de las medidas extraordinarias”, subrayó Draghi.

LA PERILLA DE LA INFLACIÓN

La inflación en la Eurozona aún está lejos del objetivo del BCE -“cerca pero por debajo del 2 por ciento”- y la reducción del QE tendría un efecto depresivo en la evolución de los precios, ya frenados por la fortaleza del euro (que desde principios de año ganó 13% frente al dólar) y por la debilidad del petróleo.

De hecho, los técnicos del BCE han revisado a la baja las previsiones de inflación en la eurozona: +1,5% en 2017, +1,2% en 2018 y +1,5% en 2019. El expediente refleja "principalmente la apreciación del euro", Draghi confirmado. En definitiva, el fortalecimiento de la moneda única recomienda aplazar al máximo el inicio del tapering.

“La reciente volatilidad de los tipos de cambio –continuó el número uno del BCE– representa una fuente de incertidumbre que debe ser monitoreada en cuanto a las posibles implicaciones para las perspectivas a mediano plazo y para la estabilidad de precios”. En cualquier caso, Draghi dijo confiar en que la recuperación económica permitirá que la inflación vuelva a los niveles objetivo: "Solo tenemos que tener paciencia, no nos resignamos a vivir en una era de baja inflación".

EL CRECIMIENTO SE ACELERA

Por otra parte, según muchos críticos, la recuperación de la economía europea justificaría el inicio del proceso de normalización de la política monetaria, tal y como han señalado en varias ocasiones el ministro de Hacienda alemán, Wolfgang Schaeuble, y el presidente del Bundesbank, Jans Weidmann. ocasiones El propio BCE revisó al alza las previsiones de crecimiento de la Eurozona en 2017 (al +2,2% desde el +1,9% estimado en junio), al tiempo que confirmó las de los dos próximos años: +1,8% en 2018 y +1,7% en 2019 .

“La expansión económica, que se aceleró más allá de las expectativas en la primera mitad de 2017, continúa Draghi, continúa siendo sólida y bien distribuida entre países y sectores”. En cuanto al exceso de liquidez en el mercado, "no vemos riesgos sistémicos por burbujas especulativas", agregó.

POR QE NO PUEDE SEGUIR INFINITAMENTE

En cualquier caso, el programa de compras del Banco Central Europeo no podrá continuar sin cambios a lo largo de 2018. El motivo está en las mismas reglas de Qe. La distribución de las compras de bonos del gobierno varía en proporción a las contribuciones de los países individuales al presupuesto del BCE, por lo que la deuda de Alemania es la más comprada. Al mismo tiempo, el BCE no puede confiscar más de un tercio de la deuda de un estado, para no convertirse en un acreedor demasiado engorroso.

Ahora bien, si el ritmo general de compras sigue al nivel actual (60 millones al mes), en primavera el banco central tendría en su barriga el 33 por ciento de la deuda alemana y tendría que parar. Por ello, es probable que el BCE reduzca el importe de las compras mensuales a partir de enero.

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