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Banco de Italia: destinado a reducir el gasto energético de las familias italianas

El estudio de nuestro banco central se realizó a través de una simulación que calculó cuánto alcanzará el consumo italiano en 2020 y 2030. El gasto en la compra de electricidad aumentará ligeramente, mientras que el de calefacción y combustible disminuirá.

Banco de Italia: destinado a reducir el gasto energético de las familias italianas

En 2020 y 2030 en Italia el impacto del gasto energético sobre el gasto total será aproximadamente dos puntos porcentuales inferior al de 2007 (-1,8 en 2020 y -2,2 en 2030). Así lo revela el estudio del Banco de Italia “La demanda energética de los hogares italianos”. El trabajo examinó la relación entre las características demográficas y el gasto energético de las familias italianas y, sobre la base de las tendencias demográficas, climáticas y de los precios de los productos energéticos (gas, electricidad y combustibles), para luego formular una previsión sobre la incidencia de dicho gasto en 2020 y 2030. El gasto de energía se analizó utilizando datos de encuestas de consumo de hogares para la década 1997-2007.

La composición demográfica de nuestro país muestra un progresivo envejecimiento de la población y un aumento del número de familias. El aumento de la edad media se refleja en la demanda de energía de dos formas: las personas mayores pasan más tiempo en casa y por tanto necesitan más electricidad y más recursos para la climatización de las habitaciones. También utilizan menos el transporte privado, reduciendo así la demanda de combustible. Las simulaciones relativas a 2020 y 2030 se realizaron sobre cuatro criterios básicos: los pesos de la muestra están en línea con las proyecciones sobre la distribución por edad, género y tamaño de la familia de la población; los precios de los productos energéticos se basan en proyecciones de la Agencia Internacional de Energía; las temperaturas tienen en cuenta los escenarios de la OCDE.

En 2030, los gastos para la compra de electricidad serán ligeramente superiores a los de 2007 (en 0,2 puntos porcentuales), mientras que los destinados a la compra de calefacción y combustible serán inferiores, respectivamente en 1,9 y 0,5 puntos porcentuales. Las proyecciones indican que en la próxima década el peso del gasto energético será mayor para las familias más numerosas, residentes en el Sur y menos acomodadas.

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