La posibilidad de que las instituciones no bancarias adquieran un papel central en la intermediación crediticia es, por un lado, una perspectiva que periódicamente se replantea, y por otro, una hipótesis constantemente desmentida por los hechos. Efectivamente, se ha producido una erosión del peso relativo de los bancos en el ámbito financiero, pero paralelamente a un aumento muy pronunciado de la intermediación financiera global. De ahí un crecimiento muy importante de los activos bancarios.
Entre 2002 y 2013, el peso de los bancos en la intermediación financiera disminuyó alrededor de 14 puntos porcentuales, pero los activos bancarios aumentaron globalmente en $35 billones. En las economías desarrolladas, la relación crédito bancario/PIB viene experimentando un proceso de crecimiento casi permanente desde hace algún tiempo. Del 62% en 1980 pasó al 79% en 1995, al 112% en 2007, al 118% en 2010. En los quince años transcurridos entre mediados de los 90 y la crisis financiera, por lo tanto, la relación aumentó casi 40 puntos porcentuales.
El financiamiento corporativo es un tema central al considerar el posible proceso de desintermediación bancaria. A fines del año pasado, los préstamos globales a empresas ascendieron a aproximadamente $3,9 billones, recuperando luego de seis años el valor alcanzado inmediatamente antes del estallido de la crisis financiera; durante el mismo período, los bonos corporativos han aumentado en un 70% a más de $1,5 billones.
Sin embargo, un análisis reciente permite vislumbrar la posibilidad de que la reducción del papel de los bancos en la financiación empresarial sea un resultado buscado más que una desintermediación sufrida por otro tipo de operadores financieros. La hipótesis de la "banca sin bancos" también llama a considerar la denominada banca en la sombra. En términos de riesgo sistémico, este conjunto de instituciones sigue siendo la causa de posibles problemas en algunos países.
Sin embargo, en términos del potencial competitivo frente a los sistemas bancarios tradicionales, hay signos de debilitamiento. Las tecnologías de la información siguen proponiendo métodos de desintermediación del circuito bancario tradicional. Los volúmenes asociados a este proceso son muy limitados, lo que lo convierte en una novedad más que en un fenómeno financiero.
Adjuntos: Foco no. 07-20 febrero 2015.pdf
