Por cada 1.000€, el Irish Bank pagará a los acreedores 10 céntimos: es una diezmilésima parte del valor invertido. son aproximadamente 200 familias italianas que han visto evaporarse sus ahorros debido a la reestructuración de la deuda implementada por el Banco de Irlanda el pasado verano. El prestamista, acusado repetidamente de ser el banco más especulador de Irlanda, reestructuró su deuda por tercera vez este verano, proponiendo cambiar sus bonos por nuevos bonos garantizados por el estado irlandés (obviamente con pérdidas).
El problema, sin embargo, es que el banco no informó a sus acreedores que implementaría esta reestructuración, no les preguntó si querían cumplir con la propuesta de canje con bonos del gobierno y el propio banco decidió darles el trato de los que no se adhirieron a la reestructuración. Los ahorradores han perdido así el derecho a participar en el canje.
Lo más grave es que el Banco de Irlanda no estaba obligada a informar a sus acreedores y había obtenido el pase de la Comisión Europea.