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Auto, el desplome del mercado no es solo culpa de la crisis económica

Noveno mes consecutivo con el cartel rojo del mercado del automóvil – No era desde 1979 que se vendían tan pocos coches – Pesa mucho la reducción de la renta disponible pero también la dureza de los impuestos, seguros, tasas y sobre todo del elevado precio de los combustibles – El éxito rotundo del coche de bajo coste

Auto, el desplome del mercado no es solo culpa de la crisis económica

Ahora la novena por el mercado automovilístico puede considerarse completa, pero no es seguro que se produzca el milagro. De lo contrario. Ante el anuncio del noveno mes consecutivo de contracción del mercado europeo de las 4 ruedas (junio al -1,7% respecto al mismo mes de 2011, y mayo había marcado una caída del 8,4) ahora hay un coro de Cassandras: el coche se acabó; el coche no interesa a los jóvenes. El coche es social y políticamente un perdedor. Tal vez sea así. Pero sería oportuno tratar de resumir las causas.

Los principales observadores económicos argumentan que el colapso del mercado es proporcional a las crisis económicas de los países individuales. En definitiva, hay menos bienestar circulando y las necesidades primarias a satisfacer se alejan cada vez más de la emoción y el placer de cambiar de coche. Con muchas distinciones, la motivación satisface la mayoría de las preguntas. Pero quedan otros. Unrae (el sindicato de marcas extranjeras presente en Italia) dice que a finales de 2012 las matriculaciones de coches nuevos en Italia superarán ligeramente el millón 400 mil. Años luz por debajo de los casi dos millones y medio de matriculaciones de 2007, año del tercer (y último) incentivo estatal.

Pero para encontrar una cifra peor, tenemos que remontarnos a 1979, último año con menos de un millón y 400 mil autos nuevos. Treinta y tres años: casi una generación y media. Y de por medio la gran crisis económica de principios de los 80; sin mencionar el dramático trienio 1993-95, completo con la devaluación de la lira e incluso el retiro forzoso inolvidable de las cuentas corrientes. Tiempos terribles, pero nunca por debajo del millón y 600 mil autos registrados.

Otros datos. Entre 2005 y 2010, el único grupo de edad que registró un incremento en la compra de coches nuevos fue el relativo a los mayores de 65 años: +14,6%. Para el resto de tramos de edad, descenso indirectamente proporcional a la edad: -4,4% para el tramo de 56-65 años; -11,8 entre 46 y 55; -27,9% para clientes entre 30 y 45 años; hasta un aterrador -28,4% para jóvenes desde conductores novatos hasta menores de 30 años (fuente L'Espresso). En otras palabras: a los jóvenes les interesan menos los coches. Y esto, para el mercado, es una cifra dramática, especialmente en términos de futuro. Pero he aquí otra duda: ¿es culpa del desinterés o de la falta de posibilidades económicas?

A favor de esta última tesis, he aquí otro dato: en la decadencia del automóvil en Europa sólo se salvan las marcas de lujo. Con varias distinciones, también en este caso. Pero que marcas como Audi y Mercedes y Volkswagen están sufriendo menos, mucho menos que sus competidores, es un hecho. Para sufrir, están Peugeot y Renault y también Citroen en Francia. Las marcas low cost firman resultados positivos, quizás emanados de grandes marcas deslucidas como ocurre con la muy económica Dacia ligada a Renault. Pero por lo demás, son lágrimas.

Hasta Fiat. A nuestro Fiat. Que como grupo anota resultados positivos en Europa para Lancia, que vuelve a ofrecer algo tras años de ausencia del mercado, o casi. O para las marcas Chrysler y Jeep. Pero marca el tiempo dramáticamente para la marca central, Fiat, y para Alfa Romeo: respectivamente -17,5 y -31,1% menos en el total de los primeros seis meses de este año.

¿Es todo culpa de la economía en declive? O los costos cada vez mayores que impone nuestro país al automóvil: desde el combustible hasta los impuestos; desde seguros hasta verdaderos impuestos pesados ​​(400 y más euros por un solo cambio de titular...) que hay que afrontar por cada práctica mínima de ACI, Motorización, Registro Público de Automóviles?

En definitiva, el sector parece pagar muy caro las múltiples medidas inflado y que hoy hacen la paquete de coche muy pesado. Dimensiones y pesos exagerados para ex autos compactos ahora magnificados en sedanes de rango medio. Consumo inaceptable cuando la tecnología hoy en día permitiría duplicar las distancias respecto a las realmente permitidas. Demasiada mierda, se podría decir. Sobre todo cuando impiden el acercamiento de jóvenes que no tienen trabajo real y quién sabe cuándo podrán. Y ese crédito bancario, que es difícil para todos, no puede ni acercarse. Quién sabe quién, cuándo, cómo, se centrará en este complejo de realidades que hacen cada vez más difícil acercarse a un coche nuevo.   

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