Un continente con dos caras: los mercados en Asia divergen, con el Nikkei registrando un fuerte aumento (+1,2%) y el resto de Asia debilitándose. Sin embargo, este debilitamiento es más aparente que real y las dos caras tienen un motivo común: la fuerte depreciación del yen que alcanza los 108,7 frente al dólar explica tanto el optimismo de la bolsa de Tokio como la caída del índice regional MSCI Asia Pacific ( - 0,4%) que se debe principalmente a la menor ponderación de las acciones japonesas en un índice denominado en dólares.
Además de Japón, China también ha registrado una subida de precios: el banco central ha empujado a la baja los tipos a corto plazo, y el menor coste del dinero ha compensado con creces los datos de reducción de los precios de las viviendas nuevas en 68 de las 70 ciudades encuestadas.
Detrás de todo esto está el comunicado de la Fed, que muestra que, manteniendo los tipos clave en los niveles actuales durante un 'tiempo considerable', la previsión mediana del nivel de Fondos Federales a finales de 2015 se ha elevado en 25 puntos básicos. Eso fue suficiente para que el dólar se disparara, tanto frente al euro (1,286) como frente al yen y frente al oro: el metal amarillo se desplomó hasta los 1224 $/onza.
El petróleo cayó un dólar: 93,8 $/b. Los resultados de la renta variable a ambos lados del Atlántico son ligeramente positivos.
