comparte

Argentina, grandes empresas tiemblan entre inflación y peronismo

Política nacionalista de la presidenta Cristina Kirchner pone en riesgo la rentabilidad de las inversiones en el país sudamericano – Telecom Argentina no podrá pagar dividendos sobre su utilidad de 2011, aunque la matriz lo niegue desde Milán – Mientras tanto Estados Unidos sanciona a Buenos Aires: el país está por el régimen preferencial de comercio.

Argentina, grandes empresas tiemblan entre inflación y peronismo

Viejos fantasmas rondan el pensamiento de muchas multinacionales extranjeras en Argentina. Los movimientos dirigistas del presidente cristina krichner que, como desvela MF, viene haciendo desde hace unos meses presiones a las multinacionales extranjeras para que no exporten las ganancias producidas en el país. Agrega esto a lainflación que según Goldman Sachs ha llegado al 24%, acompañado por uno reforma del banco central que revela falta de liquidez en las arcas del estado. Para completar el fresco es una sanción de Estados Unidos que impone nuevos aranceles a las importaciones del país sudamericano, excluyendo al país del Sistema Generalizado de Preferencia. En resumen, el panorama que emerge no es muy tranquilizador para los inversores extranjeros. Si a eso le sumamos que el mes pasado The Economist decidió no reportar los datos oficiales de Argentina entre los que propone cada semana sobre las tendencias económicas mundiales porque no los considera lo suficientemente confiables, existen legítimas dudas sobre la estabilidad del país. 

Las mismas inquietudes aquejan a los accionistas de Telecom Argentina, controlada al 100% por Telecom Italia, que corre el riesgo de no repartir dividendos sobre los resultados de 2011, segun lo que informan periódicos locales. Según Página 12, el diario oficialista de Buenos Aires, Kirchner habría llegado a un acuerdo con los ejecutivos de Telecom Argentina para no repartir los cerca de 2,5 millones de pesos que genera la empresa de telecomunicaciones, pero sí para aumentar las inversiones y capitalizar la empresa. Obviamente desde la sede de Telecom Italia se niega cualquier acuerdo y se destaca que todas las decisiones se tomarán en Italia en la asamblea del 24 de abril. 

Pero la misma actitud de Kirchner de mantener el capital dentro de las fronteras nacionales surge en el asunto de Repsol y Endesa, filial de Enel. Ambas multinacionales energéticas tienen que lidiar con un Estado que intenta por todos los medios evitar una nueva fuga de capitales al exterior.

La disputa con Estados Unidos está generando fuertes tensiones en la Casa Rosada. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, acusó a Buenos Aires de "no actuar de buena fe" con respecto a la deuda que el gobierno tiene con dos empresas estadounidenses. De hecho, Kirchner tendría que pagar 300 millones de dólares a los grupos Azurix y Blue Ridge, según lo determine el arbitraje internacional. Pero Buenos Aires se niega, pidiendo un juicio en los tribunales argentinos. Cristina Kirchner definió como "incomprensible y unilateral" la decisión tomada por Estados Unidos, que por ahora ha eliminado a Argentina del sistema preferencial de acuerdos comerciales. Pero la sanción de Obama parece más un movimiento para que la gente entienda Presidente que el dirigismo peronista no es la mejor solución a los problemas de la economía.  

Revisión