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Argentina: adelante con juicio

Al día siguiente de la reelección de Kirchner, el puntual Focus de Sace destaca las luces y sombras de la recuperación del país sudamericano, cada vez más importante para el comercio con Italia

A pocas horas de la reelección de Kirchner, puntual como de costumbre, la Oficina de Estudios Económicos de la SACE publicó su Enfoque actualizado sobre la situación argentina, que adjuntamos a este artículo.

Además de la estabilidad política (Kirchner arrasó en las elecciones y ni siquiera necesitó una segunda vuelta), el aspecto positivo para el país radica en el buen desempeño de la economía: en 2010 la tasa de crecimiento de la economía argentina llegó al 9 %, y este año debería mantenerse en 8%, gracias a niveles sostenidos de consumo e inversión, tanto pública como privada. Recién en 2012 se espera un retorno a una tasa de crecimiento más moderada (alrededor del 5%). L'exportar uno registrado actuación positivo, aunque desacelerando (+14% en 2010 y +5% en 2011), impulsado por la demanda sostenida de materias primas minerales de Asia y mercancía agrícola de Brasil. Sin embargo, la reactivación paralela de las importaciones hace que se reduzca el actual probable superávit de la balanza comercial, lo que podría resultar en una modesta déficit de la balanza de pagos en 2012.

En este contexto, el comercio bilateral con Italia ha aumentado continuamente en los últimos años y ha superado los niveles anteriores a la crisis, aunque nos quede un saldo negativo. Sobre todo, están resurgiendo los pagos "seguros" (créditos documentarios, títulos de crédito, líneas bancarias), que prácticamente habían desaparecido en los primeros años tras el default.

asi va argentina adelante, Pero con jugo (proceder al juicio, como decía el Canciller Ferrer en el Promessi Sposi). La prudencia se debe a varios factores potencialmente negativos para el gran país sudamericano, como la excesiva dependencia de los precios de los bienes exportados, el aumento del gasto público corriente, y sobre todo la desconfianza de los mercados financieros y de los inversores, y sobre todo del Fondo Monetario Internacional. Pero ya sabes, los inversores, como los ahorradores de Luigi Einaudi, tienen el corazón de un conejo, las patas de una liebre y la memoria de un elefante, y una vez que han sido escaldados con agua caliente, también tienen miedo del agua fría. El recuerdo de los bonos argentinos en default de 2011 sigue muy vivo y aún llevará muchos años borrarlo.


Anexos: SACE Focus_On_Argentina_25.10.11.pdf

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