Al término de la primera jornada de la cumbre de los 27 en Bruselas, el primer ministro italiano, Mario Monti, rechazó la propuesta alemana de un "supercomisario" para supervisar las finanzas públicas de los países de la Eurozona. “No me parecen necesarios nuevos mecanismos o supercomisarios –dijo–. El presidente Barroso aclaró que el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios ya tiene facultades especiales dentro de la Comisión”.
En opinión de Monti, los poderes del actual comisario "superan los muchas veces mitificados por el comisario de competición". Un primer día, el de la cumbre, en el que Francia, Italia y los líderes europeos doblegaron la resistencia alemana sobre la supervisión bancaria, inicialmente prevista para el próximo XNUMX de enero, en la que, sin embargo, se encontró el compromiso habitual en salsa europea. Angela Merkel también ha conseguido posponer el inicio de la recapitalización directa de los bancos en crisis por parte del fondo de rescate del MEDE hasta que la supervisión sea realmente operativa. Y serán los ministros de Hacienda del Eurogrupo quienes "definirán los criterios" en base a los cuales los bancos podrán solicitar ayudas.
En cuanto a la unión bancaria, antes del 31 de diciembre el Consejo y el Parlamento Europeo tendrán que acordar el texto legislativo: el pleno funcionamiento llegará cuando se complete el proceso y el BCE esté equipado. Para Van Rompuy y Barroso el mero hecho de que se haya escrito "una fecha determinada" en la que definir "el marco legislativo" con el que poner en marcha la supervisión única por parte del BCE, que faltaba en el acuerdo de junio, es suficiente para hablar de un "importante paso adelante" en la construcción del primer pilar de la unión bancaria.
Tanto el primer ministro Mario Monti como el presidente francés Francois Hollande están satisfechos y juntos han formado un eje útil para superar las dudas alemanas. Al término de la cumbre, el presidente del Gobierno se muestra aliviado: sobre todo porque, explica, Europa ha sabido decidir a pesar de los mercados, al menos por el momento, no presionar en exceso a los gobiernos. Es cierto, como reconoce el propio catedrático, que no se puede decir exactamente cuándo se podrán recapitalizar directamente los bancos en crisis, empezando por los españoles. “Pero los mercados –asegura Monti- no deberían estar demasiado desilusionados porque no esperaban operaciones inmediatas”.
Madrid, sin embargo, no parece pensarlo así: fuentes diplomáticas españolas dejan claro que el Gobierno de Mariano Rajoy podría renunciar a las ayudas a sus entidades de crédito precisamente porque llegarían demasiado tarde y correrían el riesgo de tener unas condiciones demasiado onerosas.
