La histórica fábrica de algodón Bergamo Albini, excelencia de la cadena textil made in Italy, cierra 2019 con una facturación consolidada de 142 millones de euros, un ligero descenso del 6% respecto al año anterior que –cabe recordar– fue uno de los mejores años de la última década. Sin embargo, la ligera ralentización no impidió que la empresa fundada en 1876 y aún en manos de la familia Albini confirmarse como el mayor productor europeo de tejidos camiseros de alta gama, con una cuota de exportación del 70% de la facturación y una presencia consolidada en más de 80 países en todo el mundo.
El descenso de la facturación, explica una nota de la empresa con sede en Albino, "es atribuible al proceso de profunda transformación que se está produciendo en los mercados internacionales, especialmente en el segmento medio y premium donde opera una parte importante de los clientes del grupo, como los camiseros y medianas empresas independientes, que hoy están más presionadas que nunca”. Durante 2019 Albini siguió trabajando por su cuenta plan trienal de revisión estratégica de la estructura operativa, dirigida a mejorar la eficiencia y eficacia necesarias para competir en los mercados y que permitía limitar los efectos de la caída de la facturación.
“Albini Group mira al futuro con optimismo – comenta el El presidente Stefano Albini, que destaca las fortalezas -: el desarrollo del segmento de lujo, el éxito de la colección femenina y el excelente desempeño de nuestros hilados con la filial I Cotoni di Albini, que creció un 28% por ventas a terceros, demuestran cómo el producto Albini sigue siendo apreciado en todo el mundo. Las importantes inversiones, a menudo pioneras, realizadas en los últimos años en innovación y sostenibilidad en nuestra cadena de suministro, están resultando estratégicas para la diferenciación cualitativa y de valor de nuestros productos. Nuestro rol de líder -continúa el Presidente- y abanderado de la cadena de suministro integrada, nos estimula constantemente en el desafío cada vez más complejo de satisfacer a nuestros grupos de interés”.
"La difícil situación del mercado -añade Albini- y las incertidumbres relacionadas con las tensiones internacionales y los acontecimientos geopolíticos no nos desalientan, al contrario, representan el estímulo para ser cada vez más efectivos en potenciar nuestro producto, expresión única de creatividad, autenticidad y calidad del Made in Italy. Creemos firmemente en nuestra capacidad empresarial y en las elecciones estratégicas que nos han permitido seguir siendo productores textiles, mientras que muchos competidores han decidido reubicarse o convertirse en empresas comerciales".
