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Agricultura: el Fondo de Garantía para una recuperación verde

Unas 1.400 solicitudes de empresas agrícolas en un mes. El otoño está lleno de incertidumbres, se están estudiando nuevas reglas para ayudar a las inversiones sostenibles.

Agricultura: el Fondo de Garantía para una recuperación verde

Una ventana para innovar y crecer. En la agricultura ecológica, principalmente en la cadena de suministro agrosostenible, pero también un soplo de aire fresco para las empresas que exportan y ven la recuperación post-Covid como un objetivo a alcanzar. Hace un mes el gobierno, a través de Mediocredito Centrale, lanzó un Fondo de Garantía para la agricultura. Una buena disposición, solicitada por los agricultores que luego aplicaron en masa para obtener financiación. El preocupante estado del primer sector económico italiano -muy ligado al mundo de la restauración y la alimentación- ha hecho que el Ministerio de Teresa Bellanova dispusiera de préstamos por 126,1 millones de euros.

Se recibieron aproximadamente 1.400 solicitudes en un mes: “261 posiciones, equivalentes a 103,3 millones de euros con un importe medio de 396.000 euros, solicitaron avales para operaciones estructuradas. Cargos distintos a los garantizados al 100% por el Estado y con un importe máximo de 30.000 euros”, explicó Subsecretario Giuseppe L'Abbate. Datos alentadores e indicativos de atención política (escasa en otros contextos) para afrontar un otoño lleno de incertidumbres.

El crédito es una necesidad estructural para la recuperación de miles de granjas italianas, que sufren retrasos burocráticos y falta de mano de obra agravada por regulaciones perversas. Acceso directo al Fondo, previsto por el decreto de Cura Italia, busca reactivar la relación entre las empresas agropecuarias y las entidades de crédito. Especifico los criterios para obtener la confianza: facturación, salarios, gastos de gestión e inversiones realizadas en los 18 meses siguientes a la solicitud El Ministerio también está trabajando en nuevas reglas, más amplias en términos de apoyo. De hecho, se está estudiando un cambio normativo para la garantía pública gratuita de los préstamos a largo plazo destinados a inversiones.

Las expectativas son para intervenciones legislativas no separadas de la sostenibilidad ambiental. Se juega un partido decisivo en las campañas para el futuro de la agricultura y, desde luego, no se pasan por alto los efectos multiplicadores en toda la cadena agroalimentaria. En Europa, Italia, con un promedio de 32 mil millones de euros, ocupa el segundo lugar detrás de Francia en valor agregado agrícola. La vocación verde de sus fincas se verifica con la creciente reducción de fertilizantes y pesticidas. Buen desempeño certificado por el Instituto Superior de Protección e Investigación Ambiental (Ispra).

En la última década -dice uno de sus Informes- se ha hecho en el campo cada vez menos uso de pesticidas y muchas veces “el consumo se ha reducido a la mitad: es el caso de los insecticidas que han pasado de 1,2 kg de principios activos por hectárea a 0,6 kg, de fungicidas o herbicidas”. El crédito subvencionado, por tanto, garantizado por el Estado para frenar incluso esa caída del 1% en los ingresos empresariales en los últimos cinco años, frente a una media de la UE del +6%, con España y Francia con un +11%. Solo decide rápido.

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