comparte

Adiós a Paolo Villaggio, el Contador de Italia

Murió a los 84 años - En su carrera actuó con grandes directores y ganó muchos premios, pero se mantiene en la cultura popular por la figura del contador Ugo: "Ahora estaría en su hábitat natural, hoy los italianos son todos". Fantozzi".

Adiós a Paolo Villaggio, el Contador de Italia

Murió Paolo Villaggio. El actor genovés falleció en Roma, donde llevaba unos días hospitalizado en el Policlínico Gemelli, a la edad de 84 años.

Ingresó a la cultura popular con el personaje del contador Ugo Fantozzi, también había actuado con directores de la talla de Federico Fellini ("La voz de la luna", 1990), Ermanno Olmi ("El secreto de la madera vieja", 1993) y Mario Monicelli ("Brancaleone a las cruzadas", 1970).

Durante su dilatada carrera también ha obtenido prestigiosos premios, desde el David di Donatello como mejor actor principal por la película de Fellini hasta el León de Oro a la Trayectoria (1992), desde la Cinta de Plata por El secreto del viejo bosque hasta el Pardo de honor en Locarno (2000).

Su actividad cómica se hizo eco de la de un escritor: Villaggio escribió una treintena de libros en total, ocho de los cuales solo sobre Fantozzi.

También vale la pena mencionar su amistad con su conciudadano Fabrizio De André, que se remonta a los años en que eran niños, y quien produjo dos canciones memorables como "Il slacker" y "Carlo Martello regresa de la batalla de Poitiers", canciones de que Villaggio escribió el texto.

Pero su imagen quedará en la historia de la cultura italiana principalmente por una figura, la del contador por excelencia. “Ahora estaría en su hábitat natural, hoy los italianos son todos Fantozzi – decía Villaggio en 2015 – Están todos resignados a esperar hasta cuarenta años sin encontrar trabajo, están casi todos resignados a los políticos que tenemos. Con una violencia inaudita hablan de políticos ladrones pero nadie tiene el coraje de decir ahora los vamos a echar todos juntos. El italiano es un falso intelectual que, cuando está con los demás falsos intelectuales, habla de política durante seis minutos utilizando conceptos ya probados y estudiados de memoria, y de repente alguien pregunta: '¿Y Totti?'. Y a partir de ese momento solo hablamos de fútbol y de Totti porque a los italianos les encanta el fútbol y todos son entrenadores, pero nadie sabe gobernar nuestro país".

Revisión