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SUCEDIÓ HOY – La toma de la Bastilla y el arresto de Del Turco

Francia celebra hoy su fiesta nacional en memoria del 14 de julio de 1789 cuando la toma de la Bastilla marcó el comienzo de la Revolución Francesa. El mismo día, en 2008, Ottaviano Del Turco fue detenido y comenzó su calvario juicio

SUCEDIÓ HOY – La toma de la Bastilla y el arresto de Del Turco

Hoy en Francia es el Día Nacional, el primero que se celebra tras el año horrible de la crisis sanitaria. Es tradición que con motivo del aniversario de la Toma de la Bastilla (precisamente el Julio 14 1789) se desarrolla una imponente manifestación militar a lo largo de los Campos Elíses en presencia de las máximas autoridades del país, entre dos alas de multitudes que vitorean y con banderas tricolores en todos los rincones.

Será interesante ver las iniciativas organizadas este año, que tendrán lugar unas horas después del anuncio de la vuelta del tornillo que el presidente Macron pretende dar en materia de vacunas, asumiendo la restricción de la relativa certificación para el acceso a museos y otros lugares públicos.

El 14 de julio, sin embargo, es un aniversario que pertenece no sólo a Europa sino a todo el mundo libre, porque es el gesto reivindicativo de los sans-culottes parisinos que iniciaron la Revolución Francesa, cuyos principios fundacionales de libertad, igualdad, fraternidady se han convertido en parte de las reglas básicas de las democracias modernas. Se dice que cuando, solo por la tarde, se le comunicó a Luis XVI el asalto a la Fortaleza, el soberano (que había escrito "rien" en su diario con referencia a ese día histórico) había preguntado si se trataba de una revuelta. El dignatario le respondió: “No señor. Es una revolución".

No es casualidad que el poder absoluto se agotara: el 26 de agosto del mismo año se aprobó la ley Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano. La fortaleza había estado dentro de la ciudad durante siglos y había representado el símbolo de los abusos del absolutismo, como una prisión para los opositores o enemigos de la Corona completamente sujeta a cualquier tipo de arbitrariedad. Junto con los criminales, muchas personas famosas encontraron "hospitalidad" (se dice, sin embargo, que la detención tuvo en cuenta el rango) como Voltaire en el 1717, el Marqués de Sade, Cagliosto. Fouquet y Mirabeau.

En la Bastilla surgió la leyenda del llamado Máscara de Hierro, el hermano del soberano encerrado en secreto en esa prisión y obligado a llevar una máscara de ese metal en el rostro, para que no fuera reconocido. En el último siglo la cinematografía ha estado muy ocupada contando esta oscura historia. En verdad, cuando fue atacada, la Bastilla ya estaba en desuso (como tantos cuarteles en Italia). Incluso había un proyecto de demolición que, como muchas de nuestras obras públicas, no había entrado en funcionamiento porque el Estado no podía hacer frente a los gastos. Había, sin embargo, algunas armas; y este fue el objetivo de los insurgentes que se logró parcialmente. En cuanto a los presos, parece que sólo eran siete y que no eran presos políticos de especial importancia. Hubo un tiroteo, con muertos y cabezas en picas. Pero la guarnición no gastó demasiado en la defensa de la fortaleza, a pesar del celo de su comandante.

Como se nos hace creer, el aniversario del 14 de julio no nació en conjunto con la Presa. Después de eventos fluctuantes relacionados con eventos políticos, la fiesta fue establecida en 1880 en la época de la Tercera República. En el lugar de la fortaleza hoy hay una plaza, la Place de la Bastille, que lleva en su centro la Columna de Julio inaugurada en 1840, que conmemora la caída de Carlos X y el comienzo de la monarquía de Louis-Philippe.

Para el escritor hay otro 14 de julio que merece ser recordado. Desgraciadamente no se repite una página gloriosa de la historia, sino un acontecimiento de esa ''mala justicia'' que ha envenenado los pozos de la vida civil. al amanecer de Julio 14 2008 estaba siendo arrestado Ottaviano del Turco. Su caso judicial se prolongó durante una década. Los Tribunales que conocieron el caso básicamente ''navegaron entre la margarita'' de los delitos que se le imputaban: corrupción, extorsión, estafa, falsificación y asociación para delinquir. Y claro, cada ''pétalo'' desgarrado correspondía a una reducción de la pena.

En la primera instancia,  Del Turco fue condenado a los nueve años y seis meses. En el juicio de segundo grado, se eliminaron 21 episodios de otorgamiento de 26, y la sentencia se redujo a más de la mitad: cuatro años. Tras una remisión a otro Tribunal y una nueva sentencia, la Casación redujo finalmente la pena de prisión a tres años y once meses, la inhabilitación para cargo público de perpetua a cinco años, al tiempo que canceló la asociación delictuosa.

Para el expresidente de la Región de Abruzzo (Ottaviano había sido antes secretario general adjunto de la CGIL, parlamentario nacional y europeo, ministro de la República) no era posible –diría Piercamillo Davigo– “salirse con la suya” por completo. El último pétalo quedó adherido a la corola: Del Turco fue declarado culpable de "inducción indebida a dar o prometer beneficios" y condenado definitivamente. La inducción es un delito recién acuñado, introducido por la ley Severino en 2012, para sancionar la extorsión (el funcionario público o el encargado de un servicio público que requiere una donación) aun cuando no exista amenaza o violencia.  En el momento de los hechos atribuidos a Octavio aún no se preveía este crimen. 

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