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SUCEDIÓ HOY – El 27 de octubre de 1962 murió Enrico Mattei, padre de ENI: un misterio sin resolver

Mattei, fundador de Eni, murió en un accidente aéreo en Bescapè, en el área de Pavia, a la edad de solo 56 años, pero las verdaderas causas de la tragedia aún están envueltas en la niebla.

SUCEDIÓ HOY – El 27 de octubre de 1962 murió Enrico Mattei, padre de ENI: un misterio sin resolver

Era un político, un partisano, un líder público. Pero sobre todo, un empresario protagonista del milagro económico de la posguerra en Italia: Enrico Mattei, nacido en Acqualagna, en la región de Marche, en 1906, y fundador de la que sigue siendo hoy la mayor empresa italiana por facturación, ENI, murió hace exactamente 57 años, el 27 de octubre de 1962, en un accidente aéreo a la edad de solo 56 años. Mattei, que fue diputado en la primera legislatura de la naciente República Italiana, de 1948 a 1953, en las filas de la Democracia Cristiana, regresaba a Milán procedente de Catania, cuando el avión en el que viajaba se estrelló misteriosamente, probablemente a causa de un ataque de desconocidos (las investigaciones nunca han aclarado realmente los hechos), en el campo de Bascapè, un pequeño pueblo de la provincia de Pavía, cuando se acercaba al aeropuerto de Linate.

En esa tragedia murieron todos los ocupantes: Mattei, el piloto Irnerio Bertuzzi y el estadounidense William McHale, periodista de la revista Time–Life, encargado de escribir un artículo sobre Mattei. Según algunos testigos, siendo el principal el campesino Mario Ronchi (quien luego se retractó de su testimonio), la avioneta habría estallado en pleno vuelo. Unos años antes, Enrico Mattei había completado la obra maestra que Italia aún le reconoce: la fundación, en 1953, de Eni, originalmente un acrónimo de Ente Nazionale Idrocarburi, una empresa multinacional creada por el estado italiano como organismo público y de la que el propio Mattei fue presidente hasta su muerte, durante casi una década.

Así comenzó la aventura: inmediatamente después de la guerra recibió el encargo del Estado de desmantelar Agip, creada en 1926 por el régimen fascista. Pero en lugar de seguir servilmente las instrucciones del Gobierno, entonces dirigido por Alcide De Gasperi, Mattei tuvo la intuición de reorganizar la empresa, fundando Eni, de la que Agip se convirtió en la columna vertebral. Mattei dio así un nuevo impulso a la extracción de petróleo en el valle del Po, inició la construcción de una red de gasoductos para la explotación del metano y se abrió a la energía nuclear. Bajo su presidencia, ENI inauguró una temporada de gran desarrollo, negociando importantes concesiones petroleras en Medio Oriente y un importante acuerdo comercial con la Unión Soviética.

Estas iniciativas contribuyeron a romper el oligopolio de las 'Siete Hermanas', que entonces dominaba la industria petrolera mundial, a saber, Exxon, Mobil, Texaco, Standard Oil of California (Socal), Gulf Oil, la anglo-holandesa Royal Dutch Shell y la British British Petroleum. Mattei también introdujo el principio según el cual los países propietarios de las reservas debían recibir el 75% de las ganancias derivadas de la explotación de los yacimientos. Fue precisamente ese ir a socavar la posición dominante de las fuertes potencias del oro negro lo que le costó, según algunas reconstrucciones, su muerte. Aunque las investigaciones nunca llegaron a esclarecer del todo, de inmediato pareció claro que aquel accidente aéreo fue un atentado, lo que entre otras cosas impidió al empresario italiano perfeccionar un histórico acuerdo de producción con Argelia, sin duda en conflicto con los intereses de las "siete hermanas".

Hoy, el "perro de seis patas", la criatura de Mattei cuyo legado todavía está a la vista de todos, es una de las empresas italianas más importantes e influyentes en la escena internacional: trabaja en 70 países y emplea, en todo el mundo, para más de 32.000 personas. Sociedad anónima desde 1992, en 2018 facturó casi 77 mil millones y ganancias acumuladas de 4,24 mil millones. “Ingenio es ver posibilidades donde otros no las ven”, es una de las citas más famosas del difunto gerente.

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