Otro aguacero frío para la economía estadounidense. Los datos publicados por el Departamento de Trabajo sobre productividad industrial en 2011 muestran una contracción de 0,6% (datos revisados fuertemente a la baja desde un pronóstico de +1,8%) sobre una base anual en el primer trimestre, seguido en el segundo por una reducción de 0,3. Esta es la primera cifra negativa desde 2008. Hay que decir que las expectativas eran aún peores, suponiendo incluso una caída de 0,9.
En tal escenario, también cobra especial relevancia la variación de otro parámetro, el de los costes laborales, que crece un 2,2%. El mismo guión se aplica a las estimaciones: la cifra esperada era peor e indicaba un aumento del 2,4%.