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Estafas online y llamadas de acoso: cómo defenderse del asedio

Los consumidores están cada vez más asediados, en medio de campañas telefónicas de acoso y el riesgo de estafas en línea: hasta 315 millones de víctimas de ciberdelincuencia en 2015 - La Ley de Competencia lanzada por la exministra Federica Guidi contiene varias propuestas para combatir el telemercadeo salvaje, pero corre el riesgo de ser una de las víctimas del No al Referéndum.

Estafas online y llamadas de acoso: cómo defenderse del asedio

Estafas en línea y telefónicas, y la privacidad cada vez más en riesgo. EL Los consumidores Estoy bajo asedio. Cada uno de nuestros clics en línea deja una huella en nuestros gustos y nuestro consumo, y en ocasiones corre el riesgo de dar lugar a una lluvia de correos electrónicos, spam y llamadas telefónicas que intentan vender algo y que, cada vez más, resultan ser sus propias estafas.

Desde el phishing clásico (correos electrónicos de bancos falsos o correos falsos, solicitando datos de cuentas corrientes o tarjetas de crédito) hacia abajo, habría 315 millones, solo en 2015, las víctimas de Ciberdelincuencia, según las estimaciones informadas por Enrico Orlandi, director general de Hwg, empresa especializada en consultoría y en la prestación de servicios de seguridad informática.

Los medios para defenderseSin embargo, tanto en línea como por teléfono, existen. Desde precauciones básicas, como la extrema desconfianza hacia los correos electrónicos de remitentes desconocidos y la renuencia a revelar sus datos bancarios a cualquier persona, los bloqueadores de anuncios pueden bloquear anuncios (anuncios) y cookies. En cuanto al telemarketing salvaje, podemos defendernos inscribiéndonos en el registro de oposición, es decir, el registro para no ser molestados por los centros de llamadas para llamadas promocionales.

Lamentablemente, sin embargo, una de las víctimas de la victoria del No en el referéndum constitucional, y de la consiguiente dimisión del Primer Ministro Matteo Renzi, podría ser el Ley de Competencia, lanzada hace dos años por el exministro Federico Guidi y sigue atascado en el Senado, donde corre el riesgo de permanecer para siempre. El proyecto de ley, de hecho, contenía varias reglas para contrarrestar la telemercadeo salvaje.

Entre las principales propuestas está la de extender el registro de oposiciones (es decir, el registro en el que uno se puede inscribir para no ser molestado por las llamadas promocionales), también a los números que no están en la guía telefónica y por tanto también a los teléfonos móviles, cada vez más víctimas de llamadas telefónicas acosadoras de telemercadeo salvaje.

Aún manteniéndose en la telefonía móvil, la Ley de Competencia también apuntó a eliminar los consentimientos otorgados para el uso de teléfonos inteligentes, restablecimientos que con demasiada frecuencia se otorgan a la ligera, y de formas no siempre muy claras, por parte de los consumidores, como sugiere el Garante de Privacidad.

Afortunadamente, la Ley de Competencia, que parece estar cada vez más en riesgo, no es la única propuesta para combatir las campañas telefónicas comerciales demasiado agresivas. Otras propuestas derivadas para frenar las llamadas de acoso provinieron del senador Bonfrisco (conservadores y reformistas), el senador Pezzopane (Pd) y el diputado Stefano Quaranta (Si-Sel).

El proyecto de ley aprobado por el exministro Guidi, sin embargo, parecía la forma más segura de poner fin a una práctica tan poco apreciada y defender a los ciudadanos y consumidores. El riesgo de que caiga en el olvido es fuerte. En este caso, defenderse del telemercadeo salvaje seguirá siendo muy difícil.

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