Con un golpe de imaginación, Chris Froome sorprendió a todos en el descenso final de la etapa de los Pirineos y cruzó primero la meta, conquistando por unos pocos segundos el maillot amarillo del Tour. Un auténtico campeón y una hazaña fantástica.
El consuelo para los azzurri tras la octava etapa del Tour es que Aru ha llegado al grupo perseguidor, consolidando su posición en la clasificación.