A pesar de sus orígenes orientales, Chuc Hoang es, según el ranking reciente de Challenges.fr – el 176º hombre más rico de Francia, con un patrimonio de 260 millones de euros gracias a la titularidad, compartida con su hermano Nicolás, de las sociedades de inversión inmobiliaria MI29 y Eurobail.
Muy lejos de la cumbre ocupada por Bernard Arnault (primerísimo con más de 24 millones de euros), Hoang apunta sin embargo a la cumbre del edificio francés más famoso y prestigioso: la Torre Eiffel, o más bien la inmobiliaria homónima de la que el emergente magnate ahora de ladrillo transalpino ostenta el 22,59% gracias a la compra de 530 mil nuevas acciones.
Hoang, que se convierte así en el primer accionista de una holding con un valor de mercado de 300 millones de euros y una facturación de 83 millones en 2012, dijo que todavía quería subir la apuesta pero sin la intención de hacerse con el control de la Société de la Tour Eiffel.
Mientras tanto, sin embargo, el hombre que lidera el asalto a uno de los símbolos de París y de Francia, ya ha empezado a romper los huevos en la cesta de una gestión que él y los expertos por él designados juzgan demasiado cara: "La empresa registró pérdidas de 6 millones de euros en 2012 pero en el último ejercicio los costes de la dirección general casi se duplicaron : Demandaré a la alta dirección por abuso de poder y abuso de activos corporativos, si las cosas no cambian".
De hecho, según un informe reciente, los emolumentos pagados a los directivos de la Société de la Tour Eiffel eran de 3 a 5 veces superiores a la media de una empresa del mismo sector y del mismo tamaño. Es, sin embargo, un activos de casi 1 millones de euros, por lo que el financiero semidesconocido no quiere hacer ningún descuento a nadie.
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