Casi 1 millón de metros cuadrados, desde la antigua fábrica de Fiat en Mirafiori hasta el Campovolo di Collegno. El ámbito de la industria del automóvil entre la historia, el saber hacer y la producción, que Turín ahora quiere recuperar y devolver a su vocación original para convertirlo en el primer centro científico italiano dedicado al automóvil. Asumiendo esta misión, en la que Fiat sigue presente pero cada vez menos involucrada como accionista (del 10 al 2%), está la empresa Tne - Torino Nuova Economia - que, gracias a la sinergia entre el mundo empresarial privado, las instituciones locales y la universo académico (el proyecto está vinculado al Politécnico de Turín) ha invertido recursos y energía en torno un área inmobiliaria valorada en más de 110 millones de euros donde atraer a los locales inducidos pero también importantes empresas internacionales del sector.
“El gol – dijo el presidente Stefano Tizzani – es atraer inversiones locales pero también extranjeras, no solo por necesidad sino también como una oportunidad, para crear un centro que se centre en la innovación en el sector automotriz, en particular el automóvil eléctrico y la movilidad urbana sostenible. tenemos recientemente presentó el proyecto en Mipim, la feria inmobiliaria de Cannes, donde la respuesta ha sido excelente: tenemos negociaciones en fase de arranque con empresas españolas, holandesas, chinas, polacas, así como contactos con importantes grupos americanos”.
En estos momentos se habla de proyectos de primer nivel, que aterrizarían por primera vez en Italia, como el de Google Car: el coche que, inicialmente pensado para invidentes, será el primero del mundo con piloto automático, capaz de reducir en un 99% los accidentes de tráfico urbano. También hay contactos con Cisco Systems y Tesla, que, como Google Car, no están tan interesados en producir como en participar en proyectos y centros de investigación. “La idea – explica el presidente de Tne, cuyo CEO es Davide Canavesio – es la de un incubadora automotriz, en estrecha colaboración con la Ciudadela del Diseño del Politécnico de Turín y aprovechando las instalaciones y el saber hacer que tenemos en esas áreas”.
Sin embargo, parte de esas áreas, adquiridas en 2005 por el Municipio de Turín, la Provincia y la Región de Piamonte, también se utilizarán con fines comerciales. Por ejemplo, estamos hablando de una gran tienda de Ikea, pero eso no es todo: varias negociaciones, aún cubiertas por el secreto, ya han comenzado con importantes empresas italianas que están lejos de dar marcha atrás.