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Tirreno: el Gobierno desecha la Livorno-Civitavecchia, ¿lo hará ahora Benetton?

Continúa la vergüenza del fracaso en la construcción de la autopista del Tirreno - Los grupos de presión locales han impedido hasta ahora la autopista entre Livorno y Civitavecchia a pesar de las muertes interminables que provoca la antigua Aurelia - El gobierno la ha retirado de las obras prioritarias pero Atlantia podría construir el Tirreno solo en a cambio de tarifas más altas en toda la red

Tirreno: el Gobierno desecha la Livorno-Civitavecchia, ¿lo hará ahora Benetton?

La vergüenza del fracaso en la construcción de la Tirrenica, la autopista que debía conectar Livorno con Civitavecchia, completando el eje de la autopista de Génova a Roma, ha dado un paso más en los últimos días. El Gobierno ha retirado el Livorno-Civitavecchia de las obras prioritarias dejándolo por ahora en vía muerta, a pesar de las interminables muertes que provoca cada año el viejo Aurelia, engullido como está por el tráfico local, el tráfico regional, el tráfico nacional, el tráfico internacional y el turístico. tráfico

Una vez más, los grupos de presión locales que no quieren el mar Tirreno parecen haber ganado, a pesar de que hace tiempo que se redujo la preocupación por la zona. Después de todo, ¿es posible que sólo en el tramo Civitavecchia-Grosseto una autopista o una supercarretera no sea compatible con la defensa del territorio?

Ahora será el turno del nuevo Ministro de Infraestructuras. Graziano Delrio, decidan qué hacer, pero salvo nuevos giros y a pesar de las garantías sobre la firma de los nuevos protocolos expresadas hace apenas unos días, la Tirrenica, según adelantó "Il Sole 24 Ore", debería abandonar definitivamente el 49 obras prioritarias previstas por el nuevo plan de infraestructuras. Lo que no quiere decir que el mar Tirreno ya no se construya, pero si lo hace, será totalmente privado y requerirá tiempos más prolongados.

Autostrade per l'Italia, la sociedad que gestiona la red de autopistas bajo el control de Atlantia, el holding de Benetton, que tiene en sus manos la mayoría de Sat (la sociedad de autopistas del Tirreno) tras la retirada de Caltagirone, que había olido meses atrás la inundación del trabajo, parece decidida a completar el Tirreno por su cuenta.

Los Benetton estarían dispuestos a renunciar a la aportación pública de 270 millones de euros prevista inicialmente por el decreto Desbloquear Italia para el mar Tirreno pero piden, a cambio, la libertad de aumentar los peajes en toda la red de autopistas que tienen concesionadas. Para mayo debería llegarse a un nuevo acuerdo entre Atlantia y el gobierno, pero las incertidumbres sobre el mar Tirreno son infinitas y queda por ver si los alcaldes aprobarán los nuevos trazados del proyecto.

Hasta entonces, el Tirreno seguía siendo una quimera y, si la supercarretera construida en los últimos años ha cubierto de hecho el tramo entre Livorno y Grosseto, entre Civitavecchia y Grosseto, por ahora sólo queda la antigua Aurelia, con todos los problemas de tráfico y seguridad que sobrevenir.

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