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The Circle: el futuro ya está aquí

Basada en la conocida novela de Dave Eggers, publicada en 2013 con consolidado éxito internacional, la película nos ofrece imágenes de un futuro que ya nos rodea. De la teledemocracia a la ciberseguridad

The Circle: el futuro ya está aquí

Basada en la conocida novela de Dave Eggers, publicada en 2013 y de consolidado éxito internacional, la película nos ofrece imágenes de un futuro que ya nos rodea. A diferencia de las grandes obras maestras del pasado -mencionamos sólo dos: Metropolis de Fritz Lang de 1927, y Blade Runner de Ridley Scott de 1982- los temas que aborda esta película son de una actualidad candente. Mientras que en las dos películas mencionadas se proponían imágenes y visiones de un mundo futuro cercano que luego se revelarán puntualmente, The Circle en cambio nos adentra inmediatamente en la actualidad, a partir de la referencia directa con la nueva sede de Apple en Cupertino, en el círculo de formas. , la llamada “nave espacial de Steve Jobs”.

En este caso hablamos de la gestión de datos personales, con un modelo de telemedicina que ya es parcialmente funcional a día de hoy; hablamos de teledemocracia, y nos lleva directamente al meollo de cómo y cuánto organizaciones sociales complejas pueden asumir riesgos concretos en la manipulación de big data sobre el comportamiento individual y colectivo de los individuos; estamos hablando de ciberseguridad y en los últimos días hemos tenido otra demostración devastadora de la debilidad estructural, además de cultural, de los sistemas de información que regulan el funcionamiento de las instituciones y empresas. Algunas secciones de la película podrían tener su propio espacio, ya que están relacionadas con temas y problemas que nos llaman la atención todos los días. Merece la cita: “…saben pedir perdón pero no permiso” refiriéndose a los riesgos y problemas que genera el abuso de la tecnología.

Hace unos años se hablaba de estar conectados, siempre y en todas partes. Ahora todo esto está presente ya nuestro alrededor. La película nos traslada precisamente al corazón de esta contemporaneidad, donde las imágenes parecen cobrar más valor que cualquier texto: The Circle produce una cámara capaz de seguirnos a cualquier parte, incluso sin que lo sepamos. Tom Hanks, en la figura de Eamon Bailey, un líder que tanto se parece a los conocidos gurús informáticos, hace bien su papel y resulta tan convincente como el público -principalmente joven- que escucha extasiado sus visiones tecnosociales.

El cierre se presta bien a una lectura "moral" y plantea preguntas que no son fáciles de resolver: ¿la tecnología es buena o mala? ¿Por quién y cómo se determinan las "reglas" del juego de computadora? ¿Hasta qué punto el ser humano podrá gobernar la inteligencia artificial de la robótica que se está extendiendo rápidamente? Por supuesto, The Circle puede no entrar por la puerta grande de la historia del cine de ficción social, pero ciertamente agrega una parte importante de cuánto nos ayuda la pantalla grande a comprender el presente en lugar de intuir el futuro.

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