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Tailandia: se mantiene la confianza en la IED, pero ojo con el tipo de cambio

Según Intesa Sanpaolo, el impacto de las protestas políticas que paralizaron el país fue temporal, pero en el frágil contexto político, el giro en la política monetaria estadounidense podría exponer el tipo de cambio a una nueva volatilidad.

Tailandia: se mantiene la confianza en la IED, pero ojo con el tipo de cambio

Tras subir un 2,9% en 2013, Durante el primer trimestre de 2014, el PIB de Tailandia cayó un 0,4%, aún influenciado por la caída del sector industrial (-2,8%) que vino acompañada de la ralentización del sector servicios (+1,9% vs 4,2% en el trimestre anterior). Por el lado de la demanda, la difícil situación política interna limitó el gasto público, lo que lastró negativamente la confianza de consumidores e inversores, provocando una contracción tanto del consumo privado (-3%) como de la inversión (-9,8%). La aportación del canal exterior se vio contenida por la debilidad de la demanda exterior. A pesar de esto, durante el segundo trimestre, el crecimiento mostró algunos signos de estabilización: producción industrial e
las importaciones parecen haber tocado fondo y las exportaciones han registrado una ligera mejora. Inflación, que subió hasta el 2,3% en junio por el aumento de los precios de los alimentos y la energía, debería limitar la subida en la segunda mitad del año gracias a la esperada estabilidad de los precios domésticos del petróleo y al congelamiento temporal de los precios de algunos bienes de consumoespecialmente comida.

Según lo publicado por Centro de Estudios Intesa Sanpaolo, se espera que el Banco Central deje la tasa de referencia sin cambios en 2% este año luego del recorte de 25pb en marzo, y proceda con las primeras alzas a mediados de 2015 cuando el crecimiento económico se haya consolidado.

En el golpe anterior de 2006, el impacto de las protestas políticas que habían paralizado el país fue temporal, con la recuperación del crecimiento del consumo y las inversiones, así como de los flujos turísticos, en los siguientes trimestres. Por lo tanto, la normalización de la situación política debería favorecer el regreso del crecimiento tendencial a territorio positivo en la segunda mitad del año. Las previsiones prevén un crecimiento anual entre el 1,6% y el 2,9% en 2014 y entre 3,8% y 4,5% en 2013. Pero, a pesar de la recuperación de la confianza del consumidor, el elevado nivel de endeudamiento de los hogares evitará una fuerte aceleración del consumo, mientras que en el frente de la inversión, favorecida por un lado por los bajos tipos de interés, la ralentización del crédito y las dificultades para aprobar y ejecutar los planes de inversión limitarán una recuperación completa.

Los indicadores de vulnerabilidad externa son buenos y las inversiones directas se mantuvieron también en el primer trimestre de 2014 a pesar de la difícil situación política, lo que demuestra la confianza de los inversionistas extranjeros en el potencial económico de mediano y largo plazo del país. La agencia Fitch elevó el rating en un escalón en marzo de 2013 hasta BBB+, situándolo así en línea con las otras dos grandes agencias. Los tres dejaron entonces sin cambios su evaluación de la economía local, con una perspectiva estable, incluso después del golpe. Sin embargo la cobertura del endeudamiento externo también depende en gran medida de los préstamos a corto plazo y, en menor medida, inversión de cartera. En un contexto político aún frágil, el cambio de rumbo de la política monetaria estadounidense podría exponer el tipo de cambio a nuevas volatilidades durante el año.

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